La expansión de la economía brasileña se frenará «significativamente» en 2022, para cuando se prevé un crecimiento de sólo el 0,6 % como consecuencia de la elevada inflación y el aumento de los intereses, informó este miércoles la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
En el informe «Perspectivas Económicas de la OCDE», la organización internacional pronostica también un crecimiento del PIB del 1,2 % para la economía brasileña en 2023.
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Las proyecciones de la OCDE para 2022 son más pesimistas que las del Gobierno brasileño y el mercado financiero, que para 2022 prevén un crecimiento del 1,5 % y del 1,2 %, respectivamente, tras el alza del 4,6 % experimentada en 2021, la mayor en los últimos 11 años tras la tras la histórica caída sufrida en 2020 por la pandemia (-3,9 %).
De acuerdo con la OCDE, la alta inflación (12 % interanual) como consecuencia de la guerra en Ucrania, entre otros factores, y el alza de los intereses a su mayor nivel en años (12,75 %), han erosionado el poder adquisitivo de los brasileños, lo que se espera que afecte fuertemente la demanda interna en la primera mitad de 2022.
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A ello, según la OCDE, se suma la «incertidumbre» generada por las elecciones presidenciales de octubre, en las que se medirán el expresidente progresista Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas, y el actual mandatario y candidato a la reelección, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
La organización también citó como causas del débil crecimiento previsto para 2022 la lenta recuperación del mercado de trabajo y la disminución de los ingresos de los brasileños, los cuales se encuentran por debajo de los niveles previos a la pandemia.
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En ese sentido, la OCDE subrayó la necesidad de fortalecer las políticas activas del mercado laboral para facilitar la reintegración de los desempleados de larga duración, así como el apoyo a los programas de protección social para proteger a los más vulnerables ante el alza de los precios de los alimentos y la energía como consecuencia de la guerra en Ucrania.
También señaló la importancia de continuar con «ambiciosas» reformas para garantizar el crecimiento y preservar las cuentas públicas, todo ello junto con un gasto «eficiente».
En su informe, la OCDE también instó al Banco Central a continuar con el endurecimiento de la política monetaria en caso de que prosigan las presiones inflacionarias, principalmente por el aumento del precio de las materias primas como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Los intereses se encuentran actualmente en el 12,75 %, aunque se espera que suban hasta el 13,25 %, nivel en el que podrían permanecer hasta comienzos de 2023, cuando podrían comenzar a caer de forma gradual.
Fuente: Agencia EFE.
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