Persiste el avance de los precios de la alimentación y la energía
La inflación del Reino Unido ha alcanzado el 9,1% interanual en mayo, marcando un nuevo máximo de 40 años, ya que la subida de los precios de los alimentos y la energía sigue agravando la crisis del coste de la vida en el país. La subida del 9,1% del índice de precios al consumo es ligeramente superior al aumento del 9% registrado en abril, lo que supone la mayor subida anual desde que se iniciaron los registros en 1989.
Los precios de consumo han avanzado un 0,7% intermensual en mayo, ligeramente por encima de las expectativas de un aumento del 0,6%, pero muy por debajo del incremento mensual del 2,5% de abril, lo que indica que la inflación se está ralentizando un poco.
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En sus comunicaciones junto a las cifras del miércoles, la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido ha declarado que sus estimaciones sugerían que la inflación «habría sido más alta por última vez alrededor de 1982, donde las estimaciones van desde casi el 11% en enero hasta aproximadamente el 6,5% en diciembre«.
Las mayores contribuciones al alza de la tasa de inflación procedieron de la vivienda y los servicios domésticos, principalmente la electricidad, el gas y otros combustibles, junto con el transporte (sobre todo el combustible para motores y los coches de segunda mano).
El índice de precios al consumo, que incluye los costes de la vivienda de los propietarios (IPCH), se situó en el 7,9% en los 12 meses anteriores a mayo, frente al 7,8% de abril.
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«El aumento de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, en comparación con las caídas de hace un año, dio lugar a la mayor contribución al alza de la variación de las tasas de inflación a 12 meses tanto del IPCH como del IPC entre abril y mayo de 2022 (0,17 puntos porcentuales para el IPCH)», dijo la ONS en su informe.
«Si el dato del IPC de hoy nos dice una cosa, es que las perspectivas económicas del Reino Unido parecen muy sombrías. Con las previsiones que sugieren que el PIB se dirigirá a territorio negativo para 2023, el Banco de Inglaterra tiene una tarea imposible en sus manos», comenta Giles Coghlan, analista jefe de HYCM, En última instancia, «los responsables políticos no tienen otra opción que subir los tipos de interés para reducir la inflación. Sin un endurecimiento cuantitativo adecuado, el Comité de Política Monetaria corre el riesgo de que la inflación se descontrole y provoque una espiral de precios y salarios, lo que sería desastroso para la economía», agrega.
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Con todo, los datos de inflación se sitúan ligeramente por debajo de las expectativas máximas del mercado, del 9,3% interanual, por lo que «los operadores e inversores deberían estar atentos a una actuación aún más agresiva del Comité de Política Monetaria en agosto», prosigue el experto. Las previsiones apuntan a que la inflación podría superar el 11% este año, lo que, unido a la subida del tope de Ofgem prevista para octubre, «significa que el riesgo de recesión parece cada vez más probable», avisa Coghlan.
Antes de la publicación de los datos sobre la inflación, los mercados de tipos de interés a corto plazo (STIR) preveían un 86% de probabilidades de una subida de tipos de 50 puntos básicos en la reunión del banco central del 4 de agosto, por lo que los inversores esperarán sin duda una respuesta agresiva por parte del Banco de Inglaterra.
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