La inflación anual en Estados Unidos se ubicó en julio en el 5,4%, disminuyendo solo cuatro décimas que en junio, un 0,5% y manteniendo la tasa más alta desde agosto de 2008, debido a la subida de los sueldos y la creación de empleo, según los datos divulgados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, los datos señalan que fue del 0,3 % en julio y ha acumulado un aumento del 4,3 % en el último año.

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El informe de la BSL explica que los precios que pagan los consumidores habían estado aumentando mes a mes desde octubre de 2020 y se incrementaron un 0,9 % en junio. El índice de julio es el más bajo desde marzo.

En detalle, el mes pasado los precios de los alimentos subieron un 0,7 % y el de la energía un 1,6 %. En este segundo apartado, el ascenso del precio de la gasolina fue del 2,4 %.

Los precios de los automóviles usados, a los que se ha estado atribuyendo buena parte de la subida de la inflación, se elevaron apenas un 0,2 % en julio tras un incremento de más del 10 % en el mes anterior. La demanda por vehículos automotores, nuevos o usados, es intensa pero la oferta se ha visto frenada por la escasez de microprocesadores, en consecuencia los precios de automóviles y camionetas usados han subido un 41,7 % en un año.

La Reserva Federal (Fed) y el gobierno del presidente Joe Biden han indicado que podía esperarse una aceleración de la inflación mientras la producción y las redes de suministros bregan para atender la demanda de los consumidores.

Jerome Powell, presidente de la Fed, indicó que a medida que se resuelven los atrasos en suministros, la inflación se estabilizará más cerca del 2 % anual que el banco central considera como saludable para la economía de Estados Unidos.

Además, advirtió que sería un «error» retirar el estímulo monetario cuando la economía aún se está recuperando, y sobre todo porque insistió en que la elevada inflación actual responde a factores «transitorios».

Con respecto a la política monetaria de la Fed, se mantuvo entre cero y 0,25% su tipo de interés de referencia, como lo ha hecho desde marzo de 2020, junto con su compra masiva de bonos por valor de 120.000 millones de dólares al mes.

La idea de la institución es no mover los tipos hasta 2023, aunque seguirá vigilante, afirmó Powell.

Las últimas previsiones de esta autoridad sitúan el crecimiento en el país norteamericano para este año en el 7 %, lo que sería el mayor ritmo de expansión anual desde la década de 1980.

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Con información de Efe

 

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