El 2022 comenzó con la inflación alta: en la comida se detectaron subas superiores a 1% en la primera semana. De acuerdo a los datos recopilados por la consultora LCG.

Según el relevamiento, alimentos y bebidas registraron un alza de 1,2%. Las frutas y comidas para llevar son las que dieron por encima del promedio: 3,4% y 2,3% respectivamente. Este resultado se convierte más preocupante cuando se ve que la canasta aumentó 3% en las últimas cuatro semanas y los lácteos 6,6%.

La economía se desplaza por un tobogán que los economistas llaman‘inercia inflacionaria’: significa que los precios suben desobedeciendo lo que el Gobierno hace, en otras palabras,pisar tarifas, dólar, precios sensibles como la carne y hasta impedir exportar esos productos. Esto hace que los costos de toda la economía se siguen moviendo y las distorsiones se acumulan.

No fue cosa del destino, fue cosa de la economía

El no emplear las herramientas que en otros países utilizaron para bajar la inflación y el abuso de instrumentos que presionarán los precios como la emisión, unapolítica de ingresoslaxa y beneficios a sectores donde la oferta es limitada (plan Previaje).

El economista jefe de LCG,Guido Lorenzo, afirma: “Vemos una inercia que podría dejar un incremento de 10% en los primeros tres meses”.

Las expectativas del mercado publicado por el Banco Central este viernes, punteó quesólo en el primer semestre la inflación daría 24,7% y para el año 54,8%. Esto quiere decir un incremento respecto a lo que el REM registró dos meses atrás (48,9%). Si se corrobora finalmente esa cifra (54,8%), será la tasa de inflación mayor en 30 años.

El secretario de Comercio, Roberto Feletti, acusó recibo.

Dejó el congelamiento de precios y desde esta semana arrancará a trabajar con las compañias para administrar subas en los costos. Procura un tope de 6% en enero-marzo, aún cuando la inflación esperada en ese período sería el doble. La otra estrategia oficial (que tampoco ha dado resultados en 2021 y que fuera relanzada en la semana por Martín Guzmán), es elacuerdo de precios-salarios. El ministro estableció reuniones con empresarios para informarles que en 2022 irá por una reedición del mismo.

El Ministerio de Economía espera una tasa de alrededor de 3,5%. Similar a la que dio el BCRA en el REM (3,4%). Sin embargo, hay privados que prevén una cifra mayor. El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, calcula 4,5%. Y Matías Carugati, de Seido, la ve en 4%.

¿Será posible como en noviembre cuando los privados esperaban un número arriba de 3% y dio finalmente 2,5%?

“Más allá de eso, para enero no vemos que baje”, dice Carugati.

La inercia inflacionaria ha impregnado la mayoría de los contratos de la economía.

-La extensión de la emisión monetaria en 2020-2021 hace fuerza. De acuerdo al cálculo de la consultora Eco Go, el 75% de las necesidades del Fisco el 2021 fueron financiadas con emisión y el resto emitiendo nueva deuda. Son pesos en circulación.

-Medidas específicas del Gobierno como el plan previaje, incentivan remarcaciones que llegan a 100% en casi un año. Esto debido a la demanda aumenta pero la oferta no lo hace a la misma velocidad.

-Finalmente, detrás de todos estos acomodamientos están las elucubraciones y especulaciones sobre el acuerdo bendito entre el Gobierno y el FMI. Algo relevante porque de esa hoja de ruta se desprenderá la actualización de los precios del dólar y de los servicios públicos (tarifas) para 2022.

Como el oficialismo no termina de explicar esta secuencia (no la sabe en realidad), el mercado se anticipó: arrancó enero subiendo los precios.

Economistas como Emmanuel Alvarez Agis o la consultoras Equilibra, hasta analistas más críticos como Marina Dal Poggetto o incluso el estudio LCG (fundado por Martín Lousteau), están convencidos de que 33% de inflación para este año como dice el ministro Martín Guzmán será difícil de efectuar, por no decir imposible. Claramente ha sido uno de los puntos que el FMI le ha manifestado al Gobierno al no estar de acuerdo a la hora de diseñar un programa macroeconómico a diez años. El 33% es un supuesto de inflación no realista, señaló el FMI.

“La discusión hoy es si la inflación este año es igual a la de 2021 o mayor”, dice Dal Poggetto. Añade, “Mi pronóstico de inflación depende de lo que hagan con el dólar dado que con las tarifas pareciera que hasta abril no habrá sorpresas”.

Este mes serán las audiencias públicas del gas y hasta que se emitan los documentos y resoluciones que respalden la decisión.Si los aumentos salen en marzo el impacto de la suba de tarifas sería en abril.

Alvarez Agis también indicó el viernes en un artículo sobre el aumento de los precios para este año.“En un contexto de inflación crónica, la suba de tarifas necesarias para reducir los subsidios incrementarán la inflación. Por tanto, en el corto plazo y en ausencia de anclas nominales relevantes,la reducción del déficit fiscal resulta inflacionaria, lo cual le agrega una importante dificultad a la estabilización nominal de la economía”.

El economista asociado a Econviews Andrés Borenstein, subrayó para sus clientes que la situación de los próximos meses es una que Alvarez Agis conoce bien: enero de 2014 (Agis era el viceministro de Economía).

“La situación actual parece undeja vu de mediados de enero de 2014 -cuenta Borenstein-, cuando en ese momento la tasa también subió inicialmente 200 puntos básicos [N.E.: esta semana el Banco Central subió la tasa de política monetaria 200 puntos básicos de 38% a 40%], que dio paso a una devaluación del 23%, obligando a una nueva suba de tasa de más de 450 pbs”, comentó.