La inflación en Venezuela durante el mes de julio fue de 1,6%, con un alza en la acumulada de 491,9%, de acuerdo a las cifras del Banco Central que está controlado por el Ejecutivo de Nicolás Maduro.

Los precios durante el mes pasado sufrieron una desaceleración con respecto a junio, cuando la inflación llegó a 25,1%, según el banco, que volvió a informar de la economía nacional del país petrolero tras dos meses en silencio.

Sin embargo, la cifra que indicó el BCV es menor a la que emitió la Asamblea Nacional, que había calculado una inflación superior al 50%. Es la Comisión de Finanzas del Parlamento la que se encarga de dar estos datos, precisamente por los retrasos y opacidad en datos oficiales.

Si bien en febrero y marzo el gobierno socialista logró contener los precios por la apertura económica parcial, la cuarentena por el Covid-19 derivaron en aumentos insostenibles de los precios.

Dice el BCV que la inflación en el mes que recién terminó se vio en mayor parte afectada por saltos en precios en la educación y las comunicaciones.

De hecho, las autoridades de ese país, desde que inició el año, han permitido que las compañías de aseo urbano y telefonía ajusten sus costos, en intentos por hacerle frente a las perennes fallas.

Sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes y el detrimento en el servicio del agua, gas y telefonía han hecho que los venezolanos apuesten por otros servicios que son cotizados, muchas veces, en dólares.

Venezuela ha afrontado seis años de recesión, junto a una hiperinflación, colapso en los servicios básicos y un debilitado sistema de salud, justo cuando lo casos confirmados de Covid-19 ya van sobre los 45 mil, de acuerdo al gobierno.

Con información de Reuters.