La inflación en la eurozona cayó a su nivel más bajo en al menos cuatro años, acentuando así retroceso en territorio negativo mucho más de lo que se estimaba para septiembre y aumentando preocupaciones por una tendencia deflacionarias generada por la pandemia del Covid-19.
Los precios al consumidor en los 19 países que operan con el euro cedieron 0,3% interanual durante el mes pasado, incrementado en 0,1% en relación a agosto, según datos emitidos este viernes por la oficina de estadísticas de la Unión Europea.
El costo de la energía cayó 8,2% en septiembre interanual, tras la caída del 7,8% de agosto. En tanto, los bienes industriales no energéticos también retrocedieron, fue de 0,3%, mientras que en agosto la caída fue de 0,1%.
El indicador que no abarca componentes de energía y alimentos no procesos, el cual es denominado como inflación subyacente por el Banco Central Europeo, crecieron 0,4% en relación al año pasado.
Y un indicador más preciso, donde se dejan de lado los precios del alcohol y el tabaco, y que es objeto de seguimiento por parte de los economistas, tuvo un aumento de 0,2% con respecto al año pasado, mucho menos de la mitad que estimaban los analistas.
Con información de Reuters.
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