La inflación de septiembre en Venezuela fue de 30% y la acumulada ya suma 1.433,58% en lo que va de año, lo que evidencia que el país caribeño sigue dentro del espiral hiperinflacionario.

Así lo informó este jueves el diputado de la Asamblea Nacional (Parlamento) Alfonso Marquina, en representación de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico.

“Venezuela sigue en hiperinflación, no se ha tomado ninguna correctivo, que vaya en dirección de corregir estos desequilibrios que han venido castigando al pueblo de Venezuela, con una de las inflaciones más altas del mundo”, dijo Marquina durante rueda de prensa vía Zoom.

La inflación interanual, dice Marquina, es de 3.246%. También detalló los rubros que tuvieron una mayor inflación durante el mes previo: sector restaurantes y hoteles con 47%, servicios en 37,8%, vestidos y calzados 35%, salud 33,2% y alimentos en 25,4%.

Precisó también que el precio de la Canasta Alimentaria, que mide los principales rubros para una familia en Venezuela, es de 211 dólares mensuales. En ese país, el sueldo mínimo es de unos 90 centavos.

“Es un incremento inflacionario que puede verse como una desaceleración al compararse con los índices de septiembre 2019, y esto tiene una razón. Efectivamente se ha desacelerado pero es por una enorme contracción en la actividad económica que está registrando en el país en este momento”, sentenció.

Subrayó Marquina que la contracción desde enero es de 51,2% y que la acumulada desde el 2013 ronda ya el 85%.

Reprochó el diputado opositor que la mayoría de los venezolanos no tengan capacidad de consumo ni de demanda.

“A pesar de la poca oferta, se presentan unos excedentes que hacen que los precios de los principales rubros no aumenten tan aceleradamente, esto se reduce en una sola palabra: hambre, el pueblo está pasando hambre, el 96% de la población venezolana está en una situación de pobreza monetaria, 69% de los venezolanos más pobres no tienen acceso a los requerimientos calóricos”, aseveró.

“Se ha seguido reduciendo de manera dramática y criminal la capacidad de compra y consumo del pueblo de Venezuela. Con estos salarios de hambre no se tiene como acceder a los rubros que garanticen un nivel digno de calidad de vida”, dijo.