El presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica de Venezuela (Cifar) y de Fundafarmacia, Tito López, aseguró este lunes que la industria creció casi un 20%, pero no por mejora en la economía, sino por el aumento en la compra de medicamentos para tratar el covid-19.

Así lo reconoció en una entrevista concedida a Unión Radio, donde resaltó:

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“Durante todo el 2020 la industria farmacéutica hizo un gran esfuerzo en mantener la producción. Sin embargo, siempre digo que es lamentable, pues, tuvimos un ligero crecimiento de alrededor de entre 17% y 19% en el cierre de 2020. Digo lamentable porque se trata únicamente del mercado de los productos que van de la mano con el covid-19”.

Según comentó, la mayoría de las ventas fueron de analgésicos.

“Nada más de acetaminofén se vendieron más de 10 millones de unidades. Hubo un aumento de producción de analgésicos, antiinflamatorios, algunos esteroideos, y algunos antibióticos dirigidos para el virus. Ahí es donde está el crecimiento”, comentó.

Precisó el gremialista que la industria se mantuvo como “líder” en producción los analgésicos antirreumáticos esteroideos y no esteroideos, que, detalló, tuvieron costos promedios de entre 2,26 y 2,70 dólares; una cifra baja en comparación con otros países latinoamericanos.

Sin producción de componentes activos

López aclaró que si bien hay producción, se hace referencia “al proceso de transformación para derivar en el producto final”, ya que, lamenta, “en Venezuela no se fabrican los componentes activos”.

“Nosotros en Venezuela no fabricamos componentes activos. Se importa, por ejemplo el acetaminofén, y aquí se transforma, sea en capsulas o en jarabe”, dijo.

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Y remató señalando que entre el 93% y el 96% de las materias primas para los fármacos son importadas.