La huelga generada por los transportistas, que va por su quinta jornada y ha forzado a un amplio despliegue policial, hace cada vez más deterioro en la cadena de suministro, con mataderos con falta de animales o productos frescos que no llegan a su destino, mientras el Gobierno habla de «boicot, violencia y coacción«.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sostenido que el Gobierno garantizará el orden público «incluso ante determinadas conductas que son minoritarias y que actúan de manera vandálica, si no violenta«, en referencia a los piquetes de la huelga de transportistas. Por los momentos existen 12 detenidos, 42 investigados y varios centenares de personas identificadas.

Interior ha tomado la decisión de escoltar los camiones de lácteos o piensos para asegurar el suministro. Interior ha desplegado 23.600 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil para escoltar convoyes, patrullar y dotar de seguridad los centros logísticos y nodos de transporte de mercancías, así como en prevenir y actuar ante piquetes violentos, entre los que se han producido varias detenciones.

En muchos lugares de España, como Madrid (donde un número indeterminado de camiones provoca importantes retenciones en la A-2) o Barcelona (con un convoy de cabezas tractoras por diversas vías de la comarca del Baix Llobregat) se han reproducido las marchas lentas de camiones nombradas por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera en protesta por las condiciones laborales del colectivo y los elevados precios de los combustibles.

En Galicia, la Guardia Civil ha protegido un convoy de transporte lácteo para disuadir a los transportistas de que se pararan y bloquearan la carretera. También, en Córdoba, un amplio dispositivo de la Guardia Civil, que incluye un helicóptero, está escoltando a más de una treintena de camiones de la Cooperativa del Valle de Los Pedroches (Covap) que buscan materias primas para la elaboración del pienso para los animales.

Fuentes del instituto armado han informado al portal EFE de que algunos piquetes informativos estaban presentes en la entrada de las instalaciones de la cooperativa agroganadera Covap, cuyas plantas de fabricación están perjudicadas, sin embargo, continúan funcionando hasta el momento.

Los sucesos, 36 camiones de Covap han podido salir en dirección hacia Málaga con la finalidad de recoger las materias primas necesarias para elaborar piensos para animales que luego distribuyen a sus ganaderos asociados.

Los paros en su mayoría son encabezados por transportistas autónomos o pymes, que no se sienten representados por el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) con el que negocia el Gobierno y que pretende mantener la protesta hasta que la Administración se siente con ellos. Los camioneros protestan por el alto precio de los combustibles, pues, según han comentado algunos de ellos, «con este precio del gasóleo no podemos trabajar, ya que salir nos cuesta dinero«, lo que les está llevando «a la ruina«.

Problemas en la cadena alimentaria

A medida que el desabastecimiento de materia prima es una realidad en diferentes industrias, muchas se han visto en la obligación de dejar de trabajar. Asociaciones como Anice (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España) han denunciado que la huelga está ocasionando «grandes problemas» en el funcionamiento de la cadena alimentaria.

La asociación ha indicado que se están reportando «constantemente» incidentes que impiden la entrada y salida de vehículos de empresas, centros logísticos, y recogida de mercancía «indispensable para el funcionamiento de la industria alimentaria y de toda la cadena«.

También, la organización Cooperativas Agro-alimentarias temen que se ocasionen más paralizaciones de actividad entre sus asociados si continúan las condiciones en las que se desarrolla la huelga de transportistas. Fuentes de esta organización han sido tajantes al afirmar a Efe que «si esto sigue dos días más, se van a paralizar muchas cooperativas«. Por ende, ya han solicitado a las autoridades competentes que «se garanticen los servicios mínimos» y que, sobre todo, «se permita el suministro de piensos a las explotaciones ganaderas«.

Igualmente, los servicios de restauración están ansiosos. Dos agrupaciones del sector, Hostelería de España y Food Service España, han destacado el riesgo que supone para el sector los paros de transportes que se están desarrollando.

El golpe al suministro que ha implicado la guerra de Ucrania y el contexto inflacionario anterior, se le suma ahora la imposibilidad de los camiones a llegar a algunos puntos. De acuerdocon un comunicado remitido por las patronales del sector del consumo, las pérdidas en la cadena alimentaria en esta primera semana ascienden a 600 millones. Las patronales asimismo alertan de los estragos en Andalucía, Galicia, zona norte del país, Extremadura y Levante.

El sector del gran consumo ha resaltado que en las «próximas horas» comenzarán los problemas de abastecimiento de productos, «lo que afectará al suministro a las cadenas distribuidoras, así como el canal horeca (hostelería), que ya estaba fuertemente castigado por la pandemia«

Portazo al diálogo

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas, ha informado este viernes que «bajo la violencia y la coacción» no es posible el diálogo y ha tildado de «ilegal e inmoral« la actividad violenta de los piquetes en el marco de la huelga de transporte de mercancías.

«Cuando hablamos de pequeños ganaderos que no pueden entregar su leche porque hay piquetes, estamos hablando de una acción ilegal e inmoral«

«Cuando hablamos de pequeños ganaderos que no pueden entregar su leche porque hay piquetes que se lo impiden, estamos hablando de una acción ilegal e inmoral, como es ilegal e inmoral bloquear puertos en nuestro país para evitar la distribución del pescado«, ha reiterado Luis Planas en declaraciones a los periodistas en Cáceres.

Por su parte, el ministro, acompañado por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha remarcado que «bajo la violencia y la coacción» no es posible el diálogo, por lo que ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de quienes «boicotean y llevan a cabo acciones violentas y perturban la distribución» de mercancías y del sector agroalimentario.

Además, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha solicitado este viernes el cese del «boicot» a los huelguistas del transporte, les ha reclamado que se sienten a negociar en las mesas de diálogo y ha asegurado que en estos momentos el suministro está garantizado y no hay que temer problemas de abastecimiento.

Maroto ha trasladado la «preocupación» del Gobierno por esta huelga promovida por un grupo «minoritario» de empresas cuya convocatoria es tan legítima, ha dicho, como la defensa del interés general que va a propiciar el Gobierno, en lo que va a ser, además, «muy contundente«.

No obstante, el Gremio de Transportes y Logística de Cataluña ha calificado de «insuficientes» e «inconcretas» las medidas que ha planteado hasta ahora el Gobierno para ayudar al sector y ha reclamado que se garantice ya la estabilidad de los precios de los carburantes.

Mediante un comunicado, esta organización ha alarmado de que, si no se toman medidas «excepcionales» para que este colectivo pueda trabajar «en condiciones mínimas de rentabilidad«, se creará una situación similar a la crisis económica de 2008, cuando desaparecieron «miles de transportistas».

Este gremio lo compone en parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España, Fenadismer, que este jueves mantuvo una larga reunión de más de ocho horas con la ministra de Transportes para analizar la problemática actual y las protestas de un sector de los transportistas, que se encuentra en huelga indefinida.