Ambos países han emitido iniciativas legislativas esta semana

Mucho se ha especulado sobre qué país seguirá los pasos de El Salvador y será el siguiente en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal. Panamá, Paraguay o Turquía han estado en las quinielas de los expertos, ya que su elevadísima inflación los convierte en candidatos interesantes. Sin embargo, son otros dos gobiernos quienes más han avanzado hacia la legalización de la criptomoneda: Honduras y Malasia.

Esta misma semana, ambas naciones han adoptado pasos legales para adaptar sus economías a las criptomonedas y «huir de la hegemonía del dólar», al igual que hizo el país centroamericano en septiembre de 2021. En estos términos se ha expresado la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien también ha señalado que «Honduras tiene derecho a acercarse a los países del Primer Mundo». Según varios medios, el país prepara una ley para tales fines y la presidenta podría anunciar en breve que el bitcoin se usará en paralelo a su moneda soberana, el lempira.

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Para Honduras, la adopción del bitcoin como medio de pago oficial podría llegar a aumentar significativamente el interés tanto en la inversión en la economía del país como en el atractivo del turismo en Honduras, indican los medios especializados. Lo mismo podría llegar a ocurrir en Malasia, que varios expertos consideran que será el siguiente centro mundial de la criptografía.

El viceministro de Comunicaciones de Malasia, Zahidi Zainul, ha propuesto esta semana ante el Parlamento malayo una medida legislativa para que el país reconozca el bitcoin como moneda legal. No obstante, algunos expertos señalan que no se puede dar por hecha la medida todavía. El banco central de Malasia no ha anunciado ninguna posición formal sobre la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, y en enero dijo que estaba evaluando la posibilidad de introducir una moneda digital del banco central (CBDC por sus siglas en inglés).

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Estas informaciones han animado a la criptocomunidad, con numerosas voces que consideran que la adopción es imparable. El mismo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, predijo que en 2022 que al menos dos países más adoptarían el bitcoin como divisa oficial. Expertos como Nigel Green CEO de deVere Group creen que «es probable que otras tres naciones sigan el liderazgo pionero y orientado al futuro de El Salvador en la era digital».

«Si se alarga el actual rally y seguimos viviendo este período de bonanza en el criptomercado, sin duda veremos más iniciativas como la de El Salvador por parte de otros gobiernos«, agrega por su parte Ramiro Martínez-Pardo, CEO y cofundador de HeyTrade.

Los países de renta baja llevan mucho tiempo sufriendo porque sus monedas son débiles y extremadamente vulnerables a los cambios del mercado, y eso desencadena una inflación galopante. Por eso, la mayoría de los países en desarrollo dependen de las principales monedas del «primer mundo», como el dólar estadounidense, para realizar sus transacciones.

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Sin embargo, la dependencia de una moneda extranjera también conlleva su propia serie de problemas, a menudo muy costosos. «Un dólar estadounidense más fuerte, por ejemplo, pesará sobre las perspectivas económicas de los mercados emergentes, ya que los países en desarrollo han asumido mucha deuda denominada en dólares en las últimas décadas», explica Green.

Es por ello que, al adoptar una criptodivisa como moneda de curso legal, «estos países cuentan inmediatamente con una moneda que no está influenciada por las condiciones del mercado dentro de su propia economía, ni directamente por la economía de otro país», argumenta el jefe de deVere.

A lo anterior, desde Van Eck añaden que los mercados emergentes «pueden encontrar el bitcoin útil como una herramienta monetaria, y una opción potencial para evitar algunos de los efectos secundarios negativos de confiar únicamente en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para recibir ayudas con la deuda».

Así, «según veamos más turbulencias en los mercados o en países donde la inflación termine siendo persistente o puede incluso dispararse, va a ser atractivo seguir el ejemplo del país centroamericano», elabora Martínez-Pardo. Y prevé este experto que «se seguirán institucionalizando las criptodivisas, ya sea adoptando la moneda digital o promoviendo distintas iniciativas que buscan hacer atractiva para la inversión extranjera entrar en esas regiones y comprar activos».

¿CÓMO IMPACTARÁ EN EL PRECIO DEL BITCOIN?

En cuanto al impacto en el precio de la moneda digital, expertos consultados recuerdan que si bien la decisión de El Salvador tuvo impacto en el precio, la criptodivisa está ahora encapsulada en un estrecho rango de precios y los inversores están más pendientes de la regulación o del conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero si ambos países aprobaran la creación de Satoshi Nakamoto como moneda de curso legal, podrían encontrar el catalizador que le falta al mercado.

Si Malasia y Honduras dan luz verde al uso del bitcoin en ambos países como moneda oficial, las compras podrían acabar por elevar al activo por encima de la resistencia de 46.000 e, incluso, 50.000 dólares, donde los ‘toros’ cobrarían impulso y se harían con el control del precio, avisan los expertos.