Un estudio realizado por el Consejo Empresarial Estados Unidos- China (USCBC), el cual representa a las principales empresas estadounidenses que hacen negocio en el país asiático, señaló que la guerra económica protagonizada por ambas naciones ha provocado una pérdida máxima de 245.000 puestos de trabajo en el país norteamericano.

Por otro lado, el análisis mostró que los conflictos generaron una reducción gradual de los aranceles en las dos zonas, que impulsaría el crecimiento y podría crear 145.000 puestos de trabajo adicionales para 2025.

Además, el estudio de Oxford Economics también incluye un «escenario de escalada» que estima que una disociación significativa de las dos economías más grandes del mundo podría reducir el PIB de Estados Unidos en 1,6 billones de dólares en los próximos cinco años. Esto podría resultar en 732.000 empleos menos en Estados Unidos en 2022 y 320.000 empleos menos para 2025, dijo el USCBC.

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La investigación fue publicada pocos días antes de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo y comience un análisis importante de la política comercial de Estados Unidos, incluidas consultas con aliados democráticos sobre los aranceles punitivos impuestos por Trump. 

Biden ha dicho que no planea cambios inmediatos en los aranceles de Trump, pero indicó que trabajará con aliados para presionar a China para que cambie su comportamiento comercial.

Por su parte, el presidente de la USCBC, Craig Allen, quien ha apoyado los esfuerzos de Trump para cambiar las políticas comerciales y de transferencia de tecnología de China, señaló que era importante que el grupo articulara las consecuencias de las decisiones políticas en la relación entre Estados Unidos y China.

Un fragmento de la investigación trató las exportaciones estadounidenses a China, de las cuales señala que respaldan a 1,2 millones de empleos estadounidenses y que las empresas multinacionales chinas emplean directamente a 197.000 estadounidenses, mientras que las empresas estadounidenses invirtieron 105.000 millones de dólares en China en 2019.

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Con información de Reuters

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