El Instituto Nacional de Estadística (INSEE) informó hoy que el producto interior bruto francés (PIB) cayó un 13, 8 % en el segundo trimestre, tras un retroceso del 5,9 % en el primero, confirmando así sus previsiones de julio.

Ese descenso ratificado en su informe de coyuntura es el mayor de la economía francesa desde que empezó la serie histórica en 1949.

Uno de los factores que más marcaron la depresión fue el consumo de los hogares (-11,5%), con una caída más pronunciada en los servicios (-15,4%) que en los bienes (-14,3%). Para estos últimos se había contemplado en julio un descenso del 7,1%.

Los consumos alimentarios limitaron su caída al 0,5%, tras haber aumentado un 2,8% entre enero y marzo, y los de energía cayeron hasta el 11,7%, tras retroceder un 3,7% en el primer trimestre, añade el INSEE.

En la producción la contracción global fue del 13,9%, especialmente marcada en la construcción (-20,3%) y menos pronunciada en la de bienes (-16,7%), mientras que en materia de comercio exterior las exportaciones se desplomaron un 25 %, cinco décimas menos que lo avanzado en julio.

El INSEE precisa que la evolución negativa del PIB está vinculada con el freno de las actividades no esenciales por el confinamiento aplicado en Francia entre mediados de marzo y principios de mayo debido a la pandemia.

 

 

 

Con información de Expansión