La escasez de microchips está afectando la industria automotriz de Estados Unidos, provocando el cierre de instalaciones industriales de fabricantes de autos como Ford y Toyota, quienes deberán disminuir el ritmo de producción para lidiar con el impacto económico.

La fábrica de Ford en Louisville, Kentucky, donde se producen los Ford Escape y los Lincoln Corsair, con una masa salarial de 4.100 personas, cerrará durante una semana, indicó una portavoz del grupo, sin embargo, la firma prevé que más adelante en el año, la factoría funcione por debajo de sus capacidades.

Por su parte, Toyota indicó que la producción de pick-ups Tundra en su usina de San Antonio, Texas, se está viendo también afectada por la situación.

“Estamos aún evaluando el impacto a largo plazo, pero para el mes de enero anticipamos una reducción de la producción de Tundra de hasta 40%”, indicó un portavoz del grupo japonés.

Los expertos señalan que la demanda de aparatos electrónicos de todo tipo explotó desde el inicio de la pandemia de coronavirus, entre el auge del teletrabajo y el entretenimiento en casa. Los fabricantes de semiconductores no logran responder a la demanda mundial.

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Los microchips son ampliamente utilizados en la fabricación de vehículos y muy demandados en la mayoría de los sectores. “La escasez mundial de semiconductores presenta desafíos y perturbaciones para la producción para toda la industria automotriz en el mundo, incluyendo Ford”, destacó Kelli Felker portavoz de Ford.

Esto “podría tener un efecto significativo sobre los empleos y la economía, dada la importancia de la fabricación de autos”, agregó Felker.

De igual forma, Fiat Chrysler también disminuirá el ritmo de producción en una fábrica de Jeep de México, y en una usina de Canadá por la misma razón, según The Wall Street Journal.

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Con información de Reuters

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