Los sectores más vulnerables de toda América Latina y el Caribe estarán muy afectados por las consecuencias económicas de la invasión rusa a Ucrania, debido a que la región retará una mayor presión inflacionaria, expresó ayer miércoles un funcionario de alto rango del Fondo Monetario Internacional.

«La inflación alta, especialmente de los alimentos, afecta más a los pobres de nuestra región. Así que ese es el principal reto al que se enfrentará la región», indicó al portal Reuters Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

El valor del crudo de EE.UU. saltó a su nivel más alto desde 2008 este mes, por su parte, el precio del trigo alcanzó un máximo récord. Ucrania y Rusia representan el 30% de las exportaciones mundiales del cereal.

Actualmente el repunte de los precios del trigo fue ocasionado por la guerra rusa de Ucrania, las sanciones impuestas a Moscú y las interrupciones comerciales que le siguieron. El Banco Mundial informó que varios países en desarrollo se enfrentan a una escasez de oferta de trigo a corto plazo tras su dependencia de las exportaciones ucranianas.

De acuerdo con los datos del Banco Mundial, Rusia fue el principal exportador de trigo en 2018 y Ucrania el quinto. «Se está registrando una inflación de alimentos y energía por encima de un legado de alta inflación del choque anterior (relacionado con el COVID)«, agregó Goldfajn.

Los cuellos de botella en la cadena de suministro relacionados con la pandemia ya habían puesto a América Latina en una senda de endurecimiento monetario, en la que los principales bancos centrales subieron las tasas de interés, tanto para luchar contra la inflación como para protegerse de la esperada salida de capitales en busca de rendimientos en países desarrollados. Por ahora tendrían que subir aún más las tasas.

Tal como lo señala Goldfajn, un nuevo incremento de los costos de los préstamos, los efectos corrosivos de la inflación sobre los ingresos y la ralentización de la economía mundial podrían socavar el crecimiento de la región.

Con la baja de los ingresos ajustados a la inflación y la desaceleración de la economía mundial, América Latina se enfrenta a un escenario parecido al de 2018-2019, cuando las personas salieron a protestar y solo se detuvieron cuando se impusieron confinamientos debido a la pandemia en 2020.

«Los gobiernos deben continuar fortaleciendo las redes de seguridad social bien focalizadas, tratando de expandirlas y ampliar la cobertura y el alcance«, dijo Goldfajn.

Como mayores exportadores de cereales de la región, Argentina y Brasil podrían beneficiarse, en un momento en que Colombia podría aprovechar sus exportaciones de petróleo. La capacidad minera de Chile también debería ser un elemento positivo.