El Fondo Monetario Internacional proyectó que la economía de Estados Unidos crecerá alrededor de un 7% este año, siempre que se reduzcan los ahorros, la demanda vuelva a los servicios en persona y se reconstruyan los inventarios.

En un comunicado, señalan que es posible “que se produzcan desajustes disruptivos de la oferta y la demanda a medida que la economía se normaliza, incluso en el mercado laboral, pero se espera que sean transitorios, mientras que la importante brecha de empleo debería ayudar a contener las presiones sobre los precios y los salarios”.

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El FMI apunta también que EEUU se ha visto “muy afectado por la pandemia”, aunque reconoce que los directores acogieron las propuestas de la nueva administración estadounidense para abordar los desafíos estructurales redistribuyendo recursos hacia hogares vulnerables, invirtiendo en infraestructura, incentivando la acumulación de capital humano, impulsando la participación de la fuerza laboral y mejorando la productividad.

Los directores señalaron también que una mejor focalización de las políticas “fortalecería su impacto en los resultados macroeconómicos y distributivos, ayudaría a impulsar un mayor impulso a la oferta agregada”.

El FMI recomendó a la autoridades que consideraran aumentar los ingresos, incluso mediante un impuesto al carbono, impuestos más altos a los combustibles y un impuesto federal al consumo de base amplia, así como disminuir el impacto del envejecimiento demográfico en el gasto futuro.

Y además, instaron a  revertir las restricciones comerciales y los aumentos arancelarios, además de evitar las respuestas comerciales relacionadas con la moneda.

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Con información de nota de prensa.

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