Aumentar la producción petrolera venezolana, actualmente por sobre los 400.000 barriles de petróleo diarios (bdp), a 1,8 millones el año que viene, como estima Petróleos de Venezuela (PDVSA), no es más que un mito y una ilusión del Gobierno de Nicolás Maduro. Es imposible, tanto por falta de dinero como por la pésima situación estructural de la industria.

Esto de acuerdo al economista petrolero venezolano, Rafael Quiroz, quien en una entrevista exclusiva para TheMoneyPost aseveró que se necesitan no menos de 35.000 millones de dólares para poder llevar la producción a 1.829.000 bdp.

“Lo imposible es por la cantidad de dinero que se requiere para la inversión en un año. Para llegar a 1,8 millones, no se requieren menos de 35 mil millones de dólares, en primer lugar. Segundo, es un problema estructural. No es ni siquiera financiero. Vamos a suponer que presten la plata (…) pero solamente con real no se aumenta la producción. Es un problema de tipo estructural, que viene de exploración y que radica en producción, a pozos, profundidad de pozos, presión y muchas otras cosas que tienen que ver con la segunda fase de la industria petrolera tan importante como lo es la producción”, dijo.

Hace dos días, el medio local PANORAMA develó un documento interno de PDVSA donde señalaban una estimación de 1,8 millones de barriles para el 2021 sobre la base de un precio promedio de 35 dólares por barril de la cesta venezolana.

Las estimaciones de producción de petróleo criollo, dice el medio, se sustentan sobre la base de un 60% por parte de las empresas mixtas y un 30% por esfuerzo propio.

En tal sentido, para Quiroz, “no hay una producción para ese nivel, sea producción propia o de empresas mixtas, no hay posibilidades en Venezuela en estos momentos y de este al próximo año menos todavía”.

“Es muy muy imposible que Venezuela pueda llegar a los 1,8 millones de barriles ni siquiera en los próximos 5 años. Así que eso forma parte, eso va a acumular el acervo histórico de los mitos, leyendas y fábulas que siempre han estado presentes en la industria petrolera venezolana. Eso no es más que un mito y una ilusión, pero es imposible”, apuntó.

Señaló además que la persona que hizo tales estimaciones desconoce no solo la industria petrolera, sino lo que es la producción petrolera como tal.

“Levantar la producción en menos de un año a 1,8 millones, es decir, incrementar en un año 1,4 millones en un año (…) ese incremento, que se llama Incremento Interanual de Producción (IIP), nunca en toda la historia de la industria petrolera venezolana desde que brotó por primera vez petróleo en Venezuela en 1875, nunca se ha tenido ese IIP. Lo máximo que hemos tenido es de 400 mil en 1970 y en el 2000. Pero es imposible eso, sobre todo por los ingentes capitales financieros que se requieren en la industria de modo de elevar la producción”, comentó.

¿Privatización en puerta?

Se le consultó a Quiroz sobre una posible privatización, en aras de tales estimaciones. Dijo que sí se dará y, además, enmarcada en la ley antibloqueo que aprobó la Asamblea Nacional Constituyente de mayoría chavista-

“Yo creo que lamentablemente, muy a pesar de nuestra posición  netamente nacionalista que envuelve soberanía en cuanto a la propiedad de Pdvsa, yo creo que en todo caso, para mi propio despecho y de quienes hemos defendido la propiedad de Pdvsa por parte del Estado venezolano (…) estamos encaminados hacia la privatización de Pdvsa. Este gobierno privatizará la industria petrolera venezolana gracias a la ley antibloqueo que aprobó la Asamblea Nacional Constituyente”.

A su juicio, tal legislación da luz verde al camino directo de la privatización de la industria petrolera, que es la matriz, la columna vertebral y el motor principal de la economía venezolana por lo menos de los últimos 120 años.

Dijo que si bien está de acuerdo con devolver el capital privado a las empresas extranjeras que en 2007 fueron estatizadas por el difunto presidente Hugo Chávez, “PDVSA no tiene por qué entregársele al capital privado nacional ni internacional, porque eso conlleva soberanía, interés nacional, porque es una empresa que pertenece tradicional y culturalmente a todos los venezolanos y va a seguir siendo, nos guste o no, una empresa importante para no solamente el desarrollo económico del país, sino para poder diversificar la economía venezolana en función de emancipar la economía venezolana del petróleo como tal”.

Más paralización de la ya existente

Para Quiroz, la privatización de PDVSA acarrearía una mayor paralización, de la ya registrada, pero en la administración pública.

Y no solamente eso: “Acarrearía una especie de desprendimiento de algo que comporta un interés nacional, que comporta el motor de la economía, de desprender realidades, que es básico y fundamental para el diseño de una economía petrolera. El Estado venezolano, sin el control operativo de Pdvsa, no podrá diseñar una política petrolera en función del interés nacional. Pierde un gran peso de soberanía al dárselo al sector privado”, señaló.

“Ello conlleva el precio plus que tiene el petróleo, que es el elemento político. El petróleo tiene un precio político interesante que está envuelto en la geopolítica y la estrategia del petróleo. Un Estado venezolano sin industria petrolera, está atado de manos para poder diseñar políticas petroleras y eso es lo que no pueden ver algunos privatizadores compulsivos que hay todavía en Venezuela”, argumentó.

Consultamos a Quiroz sobre la participación de los iraníes en esa posible privatización y sobre el oscurantismo que desprende de la ley antibloqueo, como lo han señalado otros economistas. Fue enfático: No importa la nacionalidad, pues todo lo concerniente a PDVSA debe ser informado al país.

“Independientemente de que sean los iraníes, o los chinos o los rusos, la nacionalidad es la de menos. Lo que pasa es que ningún gobierno puede manipular o manejar la industria petrolera con secretismo, cuando es algo que es propiedad tradicional e histórica de la nación venezolana. No puede hacerse de espaldas al país. No puede avanzarse con secretismo cuando sabemos lo desacertado que ha estado el gobierno en las políticas públicas y en la industria petrolera”, indicó.

Y prosiguió: “Entonces, ¿cómo va a hacerse eso en un oscurantismo y un secretismo? La industria petrolera tiene que manejarse de forma transparente, honesta, clara, franca, abierta al país y abierta al debate de la economía petrolera, de la discusión de la política petrolera. Eso no puede hacerse tras bastidores o en reuniones secretas que se montan de la noche a la mañana, como solamente trabaja y opera el crimen”.

Por tanto, el gobierno de Maduro no tiene por qué apelar a la antibloqueo en ese sentido y forma, pues es ahí donde cree que está la maniobra oscura, o la mano peluda, “que puede tergiversar los objetivos que se proponga el gobierno”.

Objetivos, dice, que no quieren revelar a cuentas del secretismo, de cómo privatizar o cuándo.

“Nunca la política petrolera ha estado manejada como una especie de secreto de Estado donde nadie debe participar. Todo lo contrario. Debe haber participación por ser un tema de interés nacional y público, que compromete el futuro inmediato, a mediano y largo plazo del principal recurso natural que es el petróleo”, dijo para finalizar.

@jherreraprensa