Por la crisis, las importaciones libres de impuestos y la pandemia, la industria venezolana está operando al 18% de su capacidad instalada; algo que puede aumentarse, siempre que el Estado ofrezca las condiciones adecuadas, como darle más protagonismo a lo hecho en el país.

Así lo señaló el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Luigi Pisella, quien dijo en una entrevista con TheMoneyPost que la cifra corresponde al promedio en todo el país, aunque afirmó que varios sectores, como el farmacéutico o el de alimentos “son los que más aprovechan su capacidad instalada”, con entre 38 y 40 por ciento.

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“Y hay otros sectores más bajos, que van del 5, al 8 y el 10%; el promedio es la cifra que manejamos, en todo el país”, expresó.

Esos sectores, según Pisella, son el textil, calzado, muebles y la industria metalmecánica, y sobre todo las no prioritarias y las pymes, “que tienen menor financiamiento”.

Enfocándose en el tema de las importaciones y la exoneración de aranceles, Pisella recordó que hace días el Ejecutivo eliminó las exenciones a casi 600 productos, y añadió otros.

A su juicio, “esa es la vía” para que gradualmente se vaya desincorporando la exoneración o subsidio para los productos de ciertos países, y que generan la competencia desleal.

Dijo, no obstante, que la medida “para nada implica la eliminación de importaciones”, pues “es simplemente una medida tributaria donde los productos que ingresen al país tendrán que pagar su arancel, como los pagamos todos, y ellos van a seguir operando”.

“Para nada es que no van a entrar. Van a seguir entrando”, insistió.

Podemos suplir la importación

Luigi Pisella aclara que la industria venezolana está en la capacidad de suplir a las importaciones de productos terminados. La demostración, dice, son los artículos vendidos en mercados y locales, “producidos por manos venezolanas”.

“La demostración es que hoy por hoy tienen productos producidos por manos venezolanas”.

“Es por ello que abogamos porque tenemos mucho por producir y por avanzar. Muchas empresas están paradas por falta de consumo, consumo que se va a recuperar con trabajo, incorporando más gente a la fuerza laboral y aumentando los salarios. Pero para eso tenemos que producir, no solo la importación”, comentó.

 ¿Y la reconversión?

No dejamos de consultarle a Pisella la postura de Conindustria sobre la reconversión monetaria anunciada la semana pasada por el Banco Central de Venezuela y que entrará en vigencia el próximo 1 de octubre.

El presidente de la Confederación la calificó de “necesaria” porque supone facilitar las transacciones y operaciones contables.

“La reconversión monetaria era necesaria por cuanto facilitará todas las transacciones en efectivo y las que se hacen vía internet, los pagos en el transporte público, las operaciones y transacciones de puntos de venta, los balances, registrar operaciones. Era muy necesario porque era inmanejable”, asintió.

Aunque aclaró: “Pero si no se acompaña de políticas para controlar la inflación y políticas macroeconómicas, esto se perderá en el corto plazo”.

El subsidio estatal

Finalmente, Pisella habló de los subsidios y protecciones que otorga el Estado venezolano a los industriales. Aclaró que no los quieren, pues “crean ineficiencia” y más bien exigieron normalizar los servicios públicos, revisar las leyes locales y, de nuevo, eliminar la exoneración de importaciones.

Para el gremio, lo “prioritario y esencial” es que “nos doten de los servicios esenciales normales como la electricidad, el agua, el combustible, la seguridad y la vialidad”.

“Todo lo demás, bienvenido. Nosotros tenemos que irnos preparando para ir compitiendo con el resto, aunque sabemos que las condiciones no son las mismas. No queremos ni subsidio ni protección, pero tampoco queremos que los productos importados que se pueden producir en el país entren sin pagar aranceles”, acuñó.

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@jherreraprensa.

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