Jesús Herrera. El euro subió más del 5% frente al dólar en todo julio, siendo la mayor ganancia mensual desde septiembre del año 2010 y se está acercando a niveles de hace tres años, que causaron algunos problemas en el mercado de valores.

La fuerza que ha adquirido el euro en estos meses se ha convertido en un enemigo total para las empresas exportadoras del Viejo Continente, lo que rebaja considerablemente el valor de los ingresos que se obtienen desde Estados Unidos y además, aminora la demanda internacional por bienes que son producidos en Europa.

Pero no todo está mal. Con el euro más fuerte, se envía un mensaje bastante alentador para inversores bursátiles, pues la economía regional de Europa parece ser una mejor apuesta que el desastre que hoy se registra en Estados Unidos.

“Desde un punto de vista puramente mecánico, un euro más fuerte es malo para las ganancias corporativas en las industrias orientadas a la exportación, especialmente en Alemania”, dijo Berndt Maisch, gerente senior de cartera de Tresides Asset Management GmbH en Stuttgart. “Pero si el problema superpuesto en el mercado de valores es una mayor confianza en la zona del euro, el efecto positivo es mayor”, señaló, de acuerdo a Bloomberg.

Si bien es cierto que los números del viernes pasado mostraron que la zona euro se había hundido, EEUU también tiene serios problemas y es aquí donde a los inversores les preocupa que la situación, lejos de mejorar, esté más bien empeorando.

Así, se evidencia que el movimiento de esta moneda europea deja entrever una gran debilidad en el dólar estadounidense, que se traduce en que ese país está “perdiendo el control de la pandemia de coronavirus”, según Maisch.

Disfraz parecido al de hace tres años

Para Maisch, lo que sucede con el euro está muy lejos de llegar a un punto en donde las compañías repiensen en las inversiones extranjeras o incluso a considerar las decisiones de altos gerentes de carteras cuando se están seleccionando las acciones.

“Es más una cuestión para los asignadores de activos estratégicos si el dólar débil apunta a las debilidades sistémicas de Estados Unidos”, opinó, y seguidamente acuñó: “Sin embargo, creo que el movimiento todavía es demasiado pequeño para eso”.

El tema de que un euro fuerte es malo para los activos de la zona no está sostenido en un ambiente donde las regiones luchan contra el estancamiento del comercio mundial, de acuerdo a Stefanie Holtze-Jen, estratega cambiaria jefe del Grupo DWS, quien afirmó que la implicación para las acciones “es limitada siempre que el movimiento esté acompañado de una perspectiva macroeconómica positiva”.

Por eso, si la medida no causa grandes dolores de cabeza ahora mismo, puede ocurrir con seguridad más adelante, opina por su parte Vincent Manuel, director de inversiones de Indosuez Wealth Management, también consultado por Bloomberg.

“Esto puede convertirse en un obstáculo para las acciones europeas y especialmente para los actores mundiales con una alta proporción de flujos de efectivo denominados en dólares”, señaló Manuel.

 

Con información de Bloomberg.