La presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios de Venezuela (Consecomercio), Tizana Polesel, dijo el viernes que la permanencia del método 7+7, impuesto por el Estado venezolano para intentar frenar la pandemia y reactivar la economía, dificulta los procesos de adecuación de los comerciantes a la reconversión que llegará desde el 1 de octubre.

“El problema que tenemos es que muchas veces para esas cosas es necesario la presencia física, y si seguimos con la interrupción y la intermitencia del esquema 7+7 eso puede hacer más problemático el proceso”, indicó.

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Aseguró que depende del tipo de comercio el tiempo que tarden en adecuarse a la reconversión monetaria.

“Hay establecimientos que probablemente sí lo puedan hacer por su estructura, su tecnología y porque además disponen de servicios propios de, por ejemplo, contabilidad y administración. No olvidemos que esto se veía venir, por lo que algunas empresas ya fueron tomando precauciones. Pero para los pequeños y medianos negocios, que dependen de tercerización para los procesos de adaptación de sus sistemas, el tiempo es corto”, comentó.

Y aclaró que para los comercios que tienen una estructura interna propia de contabilidad “no habrá incidencia en el costo del proceso”, pero si subcontratan a empresas especializadas “obviamente va a representar un costo”.

Desde el 1 de octubre entra en vigencia la nueva reconversión monetaria en Venezuela, que supone la eliminación de seis ceros a la moneda y la llegada de una nueva familia de billetes.

Se trata de la tercera reconversión del chavismo en poco más de una década, que ha supuesto la eliminación de 14 ceros al bolívar, como muestra de la evidente crisis.

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