El 2020 fue un año bastante difícil para todos, y los mercados financieros pudieron constatar tal afirmación. Con inicios turbulentos y un temeroso virus que ha matado a más de un millón de personas arrasando todo a su paso; los principales indicadores de las bolsas vivieron altibajos que son dignos de analizar.

Repasaremos los hitos más importantes en los mercados, en un año bastante controversial que, sin miedo a exagerar, marcó para siempre el comportamiento de las bolsas y, por supuesto, la economía en general.

Con la mayoría de la población mundial confinada, el fantasma de una célula con forma de corona recorriendo las principales ciudades y países; además del miedo encarnado en la mayoría de las personas, ciertamente la economía se vino abajo. Pero no toda la economía. Solo sectores verdaderamente expuestos fueron los que en realidad sufrieron. El turismo, energía y todo lo concerniente al área financiera.

Llegó el Covid

Corría enero y el Covid-19 fue declarado oficialmente existente en China, país donde se originó. Justo en ese momento las Bolsas de todo el mundo se desplomaron. El 27 de enero, los mercados cayeron cuestión de un 2%, exceptuando las bolsas chinas, que sufrieron el mayor impacto, con más de 7,72%.

A pesar de que fueron recuperándose paulatinamente, el virus arribó a Irán, Corea del Sur e Italia. Otras caídas marcadas en las Bolsas abrieron las portadas de los principales medios económicos.  Esto ya en febrero.

Que el virus haya traspasado sus barreras de origen tan rápidamente generó precipitaciones importantes en el las bolsas europeas. Solo en España, el Ibex 35 registró una caída de 14.65% el 12 de marzo, cuando se situó en 6.350 puntos. Pero eso no es todo. El 16 de marzo llegó el mínimo anual del Ibex, cuando tocó 6.107 puntos, una enorme caída de 39.43%.

En Estados Unidos, uno de los principales indicadores de Wall Street, S&P 500, perdió el mismo 16 de marzo un alarmante 11,68%  , para quedarse en apenas 2.386,13 puntos.

En el primer trimestre del año, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de los mercados. En los inversores la situación no es muy distinta. De hecho, el índice VIX, encargado de medir la volatilidad implícita en el S&P 500, que el 20 de febrero se disparó cuando estuvo por sobre los 15,56 puntos, rompiendo el máximo casi un mes después, con 82,69.

Mercado de valores de EEUU al suelo

En febrero el mercado de valores de Estados Unidos se vino al suelo, arrastrando consigo al resto de las Bolsas. En números, el Industrial Dow Jones, el S&P 500 y el NASDAQ-100 cayeron abruptamente en unos días de verdadera crisis financiera

Comenzando marzo y con él los grandes confinamientos y cierres de las principales actividades comerciales y económicas; los indicadores representaron en sí mismos a la volatilidad, cotizando en torno a un 3% o incluso más por cada sesión, para nuevamente venirse abajo el 9 de marzo, cuando los tres principales índices estadounidenses perdieron más de 7%. Los demás mercados tuvieron también correcciones importantes, como una forma de hacerle frente a la nada estimada guerra de precios de crudo que se originó entre dos gigantes: Arabia Saudita y Rusia, en un día que quedará para la historia, pues fue llamado “Lunes Negro”, pues se registró la peor contracción desde la Gran Recesión del 2008.

No fue suficiente. El suplicio siguió ese jueves, cuando las acciones europeas y norteamericanas cayeron cuestión de 9%. De hecho, en Wall Street se reportaron caídas porcentuales no vistas desde 1987, siendo así el mercado que recibió la mayoría de los puñetazos que el nuevo coronavirus estaba dando sin parar a la economía mundial.

El capitalismo como se conoce comenzó a fallar en sus bases y fundamentos a mediados de marzo. La enorme e imparable crisis hizo que los gobiernos comenzaran a intervenir, así como los principales bancos de los países, usando nuevas políticas fiscales y monetarias que amortizaran de cierta manera la economía que en aquel momento parecía venirse verdaderamente al suelo.

El 17 de marzo fue el día en que los gobiernos y bancos centrales tomaron acción. Los bolsas de Asia y el Pacífico cerraron mixtos, y los europeos con ganancias de más de 2%. En contraparte, el NASDAQ Composite y el S&P 500 cerraron con más de un 6% y el Dow Jones Industrial Promedio finalizó jornada con más del 5%.

Ese fin de semana, el banco central chino anunció un programa de línea de crédito de unos 6,6 mil millones de dólares para apoyar a las pequeñas y medianas empresas. En Corea del Sur, se destinaron 12 mil millones de dólares para subastas a bancos de ese país. Y en Israel, por ejemplo, el banco central anunció una relajación en los requisitos para que haya préstamos más abultados.

Así, cerrando marzo, los mercados asiáticos y del Pacífico cerraron mixtos. En Europa sucedía lo mismo y en Estados Unidos se registraban caídas de más de un 1%.

Llegó abril. Los mercados al otro lado del mundo cerraron con bajas. En Estados Unidos hubo pérdidas de 5%. Con las Bolsas, los costos del crudo cedieron también.

Para dar un poco de tranquilidad, los dos gigantes, Arabia Saudita y Rusia, llegaron a un acuerdo para recortar la producción. Todo parecía comenzar a mejorar.

Pero en junio, más precisamente el 11, un nubarrón gris se aproximó a los mercados. El Industrial Dow Jones perdió 1.861 puntos, cerca del 7%, pues una segunda ola del Covid-19 ya comenzaba a sonar. A la par, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell; dio declaraciones que dañaron la confianza de los inversores.

Dijo que Estados Unidos no podrá mantener la tasa de desempleo por debajo del 5%, al menos hasta el 2023. Precisó: “Pasamos del nivel de desempleo más bajo en los últimos 50 años al más alto en dos meses”.

La Fed señaló que ese país cerrará con un desempleo cercano a  9,3%, el cual caerá a 6,5% en 2021 y hasta 5,5% en 2022.

“El desempleo no afectó a todos los estadounidenses por igual”, comentó y destacó que los trabajos perdidos han afectado más a los afroamericanos, los latinos y las mujeres.

Señaló la Fed que la economía de ese país se contraerá un 6,5%, por lo que mantendrá la tasa de interés cercana a cero, que se mantendrán hasta 2022.

“Vamos a usar nuestras herramientas hasta que la economía esté completamente recuperada. No estamos pensando en subir los tipos”, precisó.

En julio los mercados tuvieron varios récords para destacar. El S%P 500 tuvo el cierre mensual más alto registrado, así como la peor caída trimestral del PIB en EEUU. También se registró el cierre más bajo en las tasas de interés a 10 años en ese país. El oro, en tanto, llegó a máximos históricos y la plata tuvo su mejor desempeño desde 1979. El dólar, el gran billete verde, tuvo su peor mes en al menos una década.

Fue un mes donde una estabilidad económica era visible, pero con ciertas excepciones que marcaron notablemente a países como Estados Unidos, que perdió 32,9% en su PIB por las cuarentenas impuestas por el temido coronavirus.

¿Sigue la recuperación?

En agosto, los mercados se mantuvieron con buenas vistas. A pesar de las turbulencias y cierres extrañados, las ganancias fueron protagonistas en la mayoría de las jornadas del octavo mes del año.

En EEUU, los tres principales índices tuvieron resultados en verde la última semana, dejando atrás las pérdidas negativas del primer semestre del año. Así, el Dow Jones ganó 2.59%, para 28.653,87 puntos, con un acumulado de más de 0,40%.

El S&P 500 también tuvo números en verde. Los sectores que estuvieron al frente de las ganancias fueron el de comunicación (+4.79% semanal) y el tecnológico (+4.50%).

En Europa, por su parte, hubo movimientos por los estímulos fiscales, que consistieron en subsidios a las empresas. Se dieron hasta 10 mil millones de euros para ayudar a quienes lo necesitaron

El hecho es que el comportamiento positivo de los mercados fue una respuesta a los anuncios que en ese momento dieron los bancos centrales a fin de apoyar más a las economías de sus países.

Llegó septiembre, el noveno mes de año, donde el S%P 500 llegó a máximos de 29.199, justo antes de reportar una estrepitosa caída de casi 1.000 puntos el día 3. Días después, el 16, el presidente de la Fed, Powell, dio las proyecciones finales para la economía, en base a las minutas del banco central estadounidenses. Esto hizo que el Dow Jones cayera un 4% los días posteriores.

Pasando los días, el principal indicador de Wall  Street tuvo una corrección importantísima, de 9%: la segunda ola del Covid-19 era ya un hecho, más que un rumor; y además hacía presencia la falta de nuevos estímulos fiscales en Estados Unidos y las elecciones presidenciales de ese país.

Es cierto que septiembre ha sido siempre un mes difícil para los mercados financieros. Este año no fue distinto. De hecho, los principales índices de Estados Unidos fueron los que más reportaron bajas en ese mes. El NASDAQ por ejemplo perdió un 15% desde haber logrado los máximos.

En Europa, los índices cedieron menos; a pesar de que en ese continente se vivió una nueva etapa del virus y se gestó un debate político bastante profundo.

Llegado octubre, llegada la segunda ola de Covid-19 en Europa. Es cierto que habían estimaciones por un resurgimiento del temido virus, pero la forma en cómo se gestó impactó bastante fuerte a la economía mundial y el comportamiento de los mercados.

Incluso, varios gobiernos de Europa consideraron nuevas restricciones, a pesar de que fueron un tanto distintas a las de marzo, llamándolas “cierres controlados” que abarcaron restaurantes, bares, locales de ocio y demás. Escuelas y actividades económicas varias siguieron funcionando.

Para los mercados fue positivo, pues contrario a un cierre total de la economía, gran parte se mantiene en funcionamiento. El tema es que no fueron lo suficientemente apropiadas para mantener la curva de contagios por debajo.

El hecho es que los mercados financieros posaron su atención a la inflación, pues los bancos centrales de los países precisaron que querían evitar tales crisis.

En tal sentido, todos los mercados buscaron, aunque sea, un crecimiento moderado por la persistente inflación registrada en el décimo mes del año, pues sirve para reducir las tasas de interés y rebajar el costo real de la deuda de los gobiernos.

La recta final

Ya en los últimos días de octubre, los mercados registraron fuertes caídas por la preocupación en torno al virus y un posible agravamiento en su situación. A la par, los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde resultó ganador el demócrata Joe Biden; causaron también movimientos en las Bolsas.

A inicios de noviembre, los dos escenarios hicieron que los mercados ganaran de manera importante, dejando ver cómo es que un mercado financiero funciona realmente.

Claramente, el impulso se vio también aupado por los anuncios de las principales farmacéuticas sobre la vacuna para tratar el Covid-19. Hubo rentabilidades destacables y bien valoradas en los mercados mundiales.

En los mercados de valores, la noticia de las vacuna hizo que los inversores compraran en sectores beneficiados por una recuperación, y que a inicios de 2020 reportaron grandes pérdidas.

Existe una rotación que permite que, con ayuda de las vacunas, los inversores estimen que en unos meses las actividades económicas, al menos en su mayoría, puedan expandirse considerablemente.

Y en diciembre se mantiene la volatilidad de los mercados. El pasado 10, los mercados europeos cerraron mixtos, tanto que la atención estuvo enfocada casi al 100% en las negociaciones sobre el Brexit, las cuales, finalmente, ya se cerraron con resultados positivos.

Cinco días luego, en otra jornada mixta, se determinó que en Europa siguen existiendo las perspectivas nada favorables para una recuperación económica en el primer trimestre del entrante 2020.

En Estados Unidos, los inversores mantuvieron su atención puesta en la reunión política de la Reserva Federal; en donde no se estimaron grandes cambios en la política monetaria.

De hecho, ese mismo día las bolsas de la Zona Europea cerraron en verde, con una subida del DAX 30 alemán de un 1,06%. El Ibex 35 de España ganó 0,14%, con 8.152 puntos, gracias a los nuevos valores establecidos para las entidades bancarias.

Y en Estados Unidos, los índices bursátiles tuvieron ganancias plenas, con el S&P 500 que avanzó un 0,65% y el Nasdaq Composite un 0,43%.

Tras días de altibajos, este 30 de diciembre, en el penúltimo día de operaciones en los principales mercados; hubo un aire de estabilidad. De hecho, de acuerdo con Reuters, los tres principales índices de EEUU registraron un “repunte generalizado”.

Y destaca: “El Promedio Industrial Dow Jones subía 160,01 puntos, o un 0,53%, a 30.495,62 unidades; el índice S&P 500 avanzaba 13,56 puntos, o un 0,36%, a 3.740,6 unidades; y el Nasdaq ganaba 43,576 puntos, o un 0,34%, a 12.893,797 unidades”.

En cuanto a Europa, el paneuropeo STOXX 600 cedió un 0,13%, “y el indicador de acciones de MSCI para todo el mundo mejoraba un 0,49%”.

Todo apunta a un 2020 prometedor, protagonizado por unas vacunas que prometen acabar con la pandemia que, a ciencia a cierta, ha destrozado las acciones y mercados financieros que, como todo ser vivo, busca resurgir de entre las cenizas en las cuales ha sumido un temeroso Covid-19 que está al borde de la desaparición.

@jherreprensa