La producción agrícola en España afecta directamente a Reino Unido, uno de los principales importadores de frutas y verduras de los campos españoles. Por ello, la sequía producida por las altas temperaturas, sobre todo en el sur del país, y su consecuente efecto sobre la agricultura va a tener un impacto directo sobre la oferta de los supermercados ingleses.

Durante esta semana se ha registrado temperaturas récord para estas fechas en España. Una mala noticia para los cultivos, especialmente en Andalucía, donde zonas como Córdoba han alcanzado los 38,8 grados. Pero la falta de agua es un problema que se viene arrastrando desde hace más de un año y que afecta también al norte de África. Esto ha derivado en un problema de abastecimiento, en el que la principal afectada ha sido la exportación. Los principales productos que exportan desde el territorio nacional son tomates, pepinos, lechugas, brócolis y cítricos.

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Además, en países como Reino Unido también están encontrando problemas a la hora de cultivar, pero el problema es de naturaleza contrario: frío y falta de luz en primavera, según informa The Guardian. Lee Stiles, de la Asociación de Productores de Lea Valley, afirma que actualmente, los cultivos se ven «bien», pero su crecimiento es «un poco más lento debido a los niveles de luz«. 

Algunas cadenas de supermercados, como Sainsbury o Waitrose, ya han comunicado a sus clientes que habrá desabastecimiento en las próximas semanas. En otras, en el caso de Morrisons, han limitado las unidades que cada cliente puede adquirir de alimentos como los pimientos rojos. Muchos agricultores han tenido que retrasar la producción de algunos alimentos debido a las bajas temperaturas anunciadas a principios de primavera.

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La situación climática obliga a utilizar electricidad para alcanzar las temperaturas óptimas para el cultivo. Una situación que se ha complicado este año debido a la invasión de Ucrania. Lea Valleys Growers Associatons, que representa a tres cuartos de los productores de pepinos y pimientos del país, ha informado que la mitad de sus integrantes, 40 de 80 miembros, han decidido no plantar estas verduras ante posibles pérdidas económicas.

La asesora de patatas y horticultura de la Unión Nacional de Agricultores, Christine McDowell, dijo: «Los productores británicos continúan enfrentando aumentos significativos de costos, como energía y mano de obra, y muchos simplemente no pueden permitirse el lujo de seguir produciendo alimentos con los ingresos actuales».

Fuente de: El Economista