Chainalysis destacó en un informe geográfico de criptomonedas 2020, que Latinoamérica ha mostrado mayor interés por el envío de remesas en criptomonedas debido a los distintos obstáculos que presenta el sistema financiero tradicional, aunado a la inflación que afecta a varios países de esa región.

De acuerdo a los datos presentados en el escrito, “el 90% de las criptomonedas recibidas por América Latina provienen de fuera de la región”, y el flujo de remesas se mueve principalmente desde Estados Unidos. 

Los analistas señalan que el envío de divisas representa el 1,7% del producto interno bruto (PIB) de América Latina. Al relacionar este hecho con las transacciones detectadas en blockchain, Chainalysis observa una concordancia. Y además se identifican patrones únicos en el uso de criptomonedas, más allá de la inversión especulativa común en otras regiones.

Este patrón tiene que ver con algunos problemas que se presentan en este mercado de remesas, afectado por altos costos y largos tiempos de espera para la recepción del dinero.  

En ese escenario, y según las estadísticas del Banco Mundial (BM), se estima que entre 2020 y 2021 se produzca una baja de alrededor de 14% respecto a 2019 para el mercado de remesas.  Previendo así una caída de 508.000 millones de dólares para el año en curso, y a 470.000 millones de dólares para el próximo año.

Esta disminución se atribuye, entre otros factores, a los efectos de la pandemia de coronavirus, que a lo largo de los últimos meses generó escaso crecimiento económico y bajos niveles de empleo en los países que reciben migrantes.  Sin embargo, América Latina resultó ser la región menos afectada del mundo. 

En tanto, el organismo estima que el flujo de remesas hacia Latinoamérica tendrá una caída del 0,2% en 2020, con envíos que llegarán a los USD 96.000 millones, y del 8% en 2021.  

Estos datos solo toman en cuenta los envíos que se hacen con dinero fíat a través de plataformas tradicionales. A pesar de que no hay estadísticas, la situación adquiere otro matiz cuando se considera el uso de bitcoin y criptomonedas entre la población migrante internacional.  

Según, un estudio publicado a principios de este año por la organización sin fines de lucro Diálogo Interamericano, expone que las remesas digitales, o transacciones en línea para pago digital, desde 2019 representan al menos el 20% de la participación del mercado de remesas. 

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Dentro de los factores que han aumentado el atractivo de las remesas en criptomonedas, se encuentra el alto costo del envío en monedas fiat. El Banco Mundial calcula que las comisiones por el envío de 200 dólares promedian 6,8%.  Este porcentaje, que varía en función del canal utilizado, puede quitar gran parte del dinero a una persona con ingresos limitados.

Sucede que las debilidades de las infraestructuras financieras, las restricciones legales contra los migrantes, las exigencias de los bancos y las medidas de los gobiernos para controlar el flujo de moneda extranjera generan aumentos drásticos en los costos. 

Aparte de elevadas comisiones, la mayoría de las soluciones del sector de las remesas dependen de servicios ofrecidos por terceros. La intervención de múltiples intermediarios suele hacer que el sistema sea ineficiente. No solo porque los servicios son caros, sino porque las transferencias pueden tardar días o incluso semanas. 

Otro de los problemas vinculados a las remesas tradicionales, que también ha encontrado solución con las criptomonedas, tiene que ver con los desbancarizados y sub-bancarizados.   Es decir,  son los sectores integrados por no solo por aquellos que no tienen una cuenta bancaria, sino por quienes no poseen tarjetas de crédito, cuentas en divisas extranjeras, o ven restringido el acceso a servicios financieros.  

Las cifras del Global Findex señalan que el 54,4% de los latinoamericanos tiene acceso a una cuenta bancaria, mientras solo 113 millones de personas, de una población de aproximadamente 650 millones, tienen tarjetas de crédito.  

En cambio, el número de usuarios de Internet en la región supera os 400 millones. Se calcula que más del 70% de la población latinoamericana tiene un teléfono móvil. Eso se traduce en aproximadamente 450 millones de usuarios móviles, un número que alcanzará los 484 millones en 2025.  

Lo que significa que resulta más fácil acceder a una cartera de criptomonedas que ingresar al sistema financiero tradicional. 

Basado en este planteamiento, Sebastián Villanueva, gerente de operaciones del exchange SatoshiTango, resalta que muchas personas en América Latina, cuyos ingresos provienen de trabajos independientes, recurren a las criptomonedas porque usarlas les resulta más fácil que solicitar una cuenta bancaria, ya que con un teléfono inteligente o una computadora portátil y una conexión a internet, cualquiera puede usar criptomonedas para enviar y recibir dinero.  

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Con información de Criptonoticias

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