En Europa existe una nueva ola de casos de coronavirus que resulta alarmante, lo que ha supuesto un mayor esfuerzo por parte de los líderes europeos para recuperar la economía.

Según Bloomberg, los datos más recientes del virus en Alemania, Francia, Italia e Irlanda muestran récords de casos, mientras que España registró la mayor cantidad de casos nuevos desde abril. Las tasas de hospitalización y mortalidad han aumentado en toda la región.

Ciudades principales están bajo toque de queda y Gobiernos centrales tienen confrontaciones abiertas con autoridades locales sobre el camino a seguir.

“La esperanza era que la segunda ola sería más fácil de controlar porque sabemos cómo identificar y contener grupos y mantener la economía en funcionamiento”, dijo Christian Odendahl, economista jefe del Center for European Reform. “Pero eso no ha funcionado en Europa”.

En tanto la canciller de Almenaia, Angela Merkel, dijo “Este es un gran desafío para todos los jefes de Gobierno de la Unión Europea”. Además agregó, “cómo saldremos de esta pandemia determinará la salud de muchas personas. Decidirá cuántas personas tendrán que morir y también determinará nuestro desempeño económico”.

Ahora los Gobiernos se enfrentan a un escenario financiero más fuerte, debido a que han quemado capital político para cerrar economías y luego apoyar la actividad cuando se desató la pandemia en un principio.

Actualmente, las empresas están más frágiles, la población está cansada de las restricciones de cuarentena, y la oposición política ya no está pasiva.

Las autoridades europeas deben librar una batalla ideológica entre los que no quieren restringir el movimiento y aquellos que dicen que se debe priorizar la seguridad sobre todas las demás preocupaciones, incluida la economía.

Para Jamie Rush, de Bloomberg Economics, “hacer poco para contener la propagación podría fácilmente terminar costando más que un breve cierre nacional”.

En vista de éstas situaciones, las dudas sobre cualquier recuperación de la peor recesión de la historia para la región, se incrementan. Esto obligará a Gobiernos a aumentar el gasto, presionando aún más las finanzas públicas. Los bancos centrales, que han inyectado un estímulo sin precedentes, se están preparando para hacer más.

 

 

 

Con información de Bloomberg