El precio del barril de petróleo Brent, de noticia para Europa, llegaba a destacar este miércoles los 113 dólares por primera vez desde junio de 2014, posteriormente de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtiese del riesgo para la seguridad energética global que representa la invasión de Ucrania por Rusia.

Asimismo, el precio del barril de crudo de referencia para el Viejo Continente alcanzaba a situarse en 113,01 dólares, un 7,6% por encima del precio de 104,97 dólares marcado al cierre del martes y su mayor coste desde el 29 de junio de 2014.

De hecho, el precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) escalaba hasta los 110,83 dólares desde los 103,41 dólares del cierre de ayer miércoles.

En el transcurso de este año, el precio del barril de Brent acumula una subida del 43%, mientras que el de WTI se ha revalorizado un 48%.

El Consejo de Gobierno de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), integrado por sus 31 países miembros, pactaron ayer liberar 60 millones de barriles de petróleo procedentes de las reservas de emergencia para hacer frente al alza de los precios del crudo.

«La situación en los mercados de energía es muy seria y demanda nuestra plena atención. La seguridad energética global está bajo amenaza, poniendo la economía mundial en riesgo durante una etapa frágil de la recuperación», avisó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

Hasta los momentos, los miembros de la AIE acumulan 1.500 millones de barriles de crudo en reservas de emergencia. Esta liberación inicial equivale al 4% de ellas, o a una liberación de dos millones de barriles por día durante el próximo mes.

De acuerdo a lo que explicó el organismo multilateral, Rusia ocupa un puesto principal en el mercado del crudo, siendo el tercer mayor productor del mundo y el mayor exportador. En este momento, exporta alrededor de cinco millones de barriles al día, lo que supone el 12% del comercio mundial. También, exporta 2,85 millones de productos de refino, el 15% del total mundial.

El 60% de las exportaciones petroleras de Rusia van dirigidas a la UE, y otro 20% restante, a China.