Lenín David Rodríguez A.

Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Diplomado del Curso de Negociación de Harvard University. Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la UCV y Docente Titular de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el área de Hidrocarburos. Asesor en Industria Petrolera.

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El hidrógeno se considera un vector energético y está llamado a ser uno de los combustibles del futuro. Es el elemento químico más abundante en la naturaleza al constituir aproximadamente el 75 % de la materia del universo.

Se encuentra sobre todo en el agua (H2O). En la tierra no se encuentra en estado puro ya que es tan ligero que tiende a subir a las capas más altas de la atmosfera y escapar al espacio.

Es una fuente de energía limpia que podemos extraer a partir de los compuestos de los cuales forma parte: el agua, el gas, el alcohol, los hidrocarburos, el biogás, el bioalcohol y la biomasa entre otros.

Separar el hidrógeno de estos elementos no es un proceso sencillo. El hidrógeno puede producirse a través de dos maneras:

Proceso de Reformado: a través de gas natural con vapor de agua, es el proceso más utilizado actualmente para producir hidrógeno para fines industriales. La principal desventaja de este método es que produce emisiones de dióxido y monóxido de carbono. Ambos gases son perjudiciales para nuestra atmósfera y contribuyen al calentamiento global.

Electrólisis: Este método consiste en hacer pasar una alta corriente eléctrica externa a través del agua para separar los átomos de oxígeno e hidrógeno. Este proceso tiene un coste elevado debido a la cantidad de electricidad que se necesita y para crearla, se queman combustibles fósiles (por ejemplo, gas natural, petróleo o carbón), lo que produce emisiones de carbono.

En otras palabras, esta energía alternativa y tal como se visualiza en la lámina, busca sustituir a los combustibles fósiles, en la generación de un modelo energético diferenciado, el cual tiene por intención de disminuir los efectos del calentamiento global y combatir el cambio climático.

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Los principales tipos de hidrógeno se clasifican por colores:

Hidrógeno Verde: Este tipo de hidrógeno es producido mediante un proceso de hidrólisis del agua utilizando el excedente de la producción eléctrica renovable.

Hidrógeno Gris: Se obtiene del reformado del metano, este tipo de producción es más eficiente, se genera a partir del reformado de gas natural con vapor, en la reacción se produce CO2.

Hidrógeno Azul: Es un procedimiento intermedio, la producción del hidrógeno es similar a la del hidrógeno gris, pero en este caso las emisiones de CO2 que se producen se capturan para ser almacenadas o reutilizadas evitando que salgan a la atmósfera.

Destacado este punto, debemos dejar claros los elementos a favor y en contra, de esta opción energética.

Ventajas:

No es tóxico: Desde el punto de combustión de calderas, no tiene la peligrosidad del monóxido de carbono y no es corrosivo.

Eficiente: Tiene un poder calorífico por cada kg de combustible 3 veces superior a la mayoría de las fuentes de combustible de origen fósil, por ende, se necesita menos masa de hidrógeno para realizar las mismas tareas. Sin embargo, aunque no perjudique a la atmósfera, no es un elemento que se puede extraer de la naturaleza, por lo cual es un combustible, obtenido partir de otros compuestos químicos.

Desventajas:

Difícil de almacenar: Una de las principales limitaciones del hidrógeno, por ser un gas muy ligero el cual se almacena, distribuye y consume en estado gaseoso; donde presenta sus dificultades de mayor peso son precisamente en el almacenamiento y transporte. Además, es un combustible, el cual ocupa mucho espacio, necesitándose depósitos más grandes y tuberías más gruesas.

Es un combustible con una energía específica muy alta (33,33kWh/kg) en comparación con otros gases combustibles como el gas natural (12,39 kWh/kg). En cambio, tiene una densidad mucho más baja que el propio gas natural. Lo que hace que el poder calorífico en volumen del combustible sea inferior.

Elevado costo de producción: Tanto el proceso de reformado con vapor de agua como la electrólisis son procesos caros que impiden a muchos países comprometerse con la producción masiva. Por ejemplo, con el método tradicional de electrólisis, para producir 2,99kWh de energía se tiene que gastar 2.83 kWh de electricidad.

Por eso, el hidrógeno producido por la electrólisis tiene costos muy elevados porque se necesita mucha electricidad, para obtener la misma energía. Sin dejar de destacar que, se tiene que transportar y almacenar tres veces más volumen de hidrógeno que de gas natural.

Proceso de producción: Como hemos mencionado anteriormente, este vector energético no es un combustible que se pueda extraer de la naturaleza. Es un tipo de energía que se tiene que fabricar. El hidrógeno puede producirse a partir de un combustible fósil, pero emite CO2.

Seguridad: El hidrógeno es una sustancia peligrosa, al igual que el gas natural, es inflamable y volátil.  El hidrógeno es un gas difícil de detectar, es inoloro e incoloro. Pero no deja de ser menos peligroso que el gas natural, gas propano o butano. El hidrógeno es un gas muy ligero, esto hace que en el aire se disperse muy rápidamente.

En otras palabras, podemos indicar que las Energías Alternativas, sin duda están buscando posicionarse como una opción, ante el cambio climático que está viviendo el globo terráqueo, pero como vemos, en este caso siguen siendo más las desventajas que las ventajas.

Esta situación no indica, que en el futuro esta condición se mantenga, tengamos en cuenta que es mucho el dinero que se está invirtiendo en los diferentes tipos de energías alternativas y sin duda, el apartado de la investigación, es prioridad para los defensores de quienes visualizan un mundo menos contaminado.

Sobre el cambio climático hay dos escuelas, claramente diferenciadas: una lo atribuye a causas naturales, como ocurrió con las eras glaciales de la prehistoria y otra lo refiere a acciones humanas, fundamentalmente a emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, el metano y compuestos de cloro, que dejan pasar la radiación solar de onda corta, pero retienen su reflexión calórica de onda larga.

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Por la razón antes expuesta, se prevé un incremento del promedio de temperatura global de 2°C para 2050, y de 4°C para 2100. Aparte de sus graves efectos sobre seres humanos, cultivos, fauna y flora, tal incremento aceleraría el derretimiento de glaciares y casquetes polares.

Ahora bien, existen datos recopilados sobre las emisiones de invernadero desde 1900 hasta 2020. Las cuales se disgregan en los continentes de la siguiente manera: Europa (sin Alemania): 27%. Alemania: 5,7%. Estados Unidos; 25%. Asia (sin China): 13,7%. China: 13,7%. Rusia: 3,2%. India: 3,2%. África: 2,4%. América del Sur: 2,4%.

Los resultados son claros; a partir de 1900 los países desarrollados, cuya población no rebasa el 17% de la mundial, han sido emisores masivos de 70% de gases de efecto invernadero, basados en la matriz energética actual, sustentada en los combustibles fósiles y con la cual llevamos más de 100 años fundamentando el desarrollo industrial del mundo.

En este sentido, el Secretario General de la OPEP, Haitham al-Ghais de Kuwait, dijo: “los defensores de la Energías Alternativas, deben entender que el mundo necesita energía y la fórmula para cubrir la demanda no es precisamente sustituyendo con las energías alternativas la producida por combustibles fósiles, ya que se complementan y no son excluyentes”.

Por tanto, debemos destacar que, para pasar de una economía desarrollada de quema sistemática de hidrocarburos a otra basada en energías alternativas, se debe medir la afectación a todo el entramado económico por todas las industrias vinculadas (alimentos, medicinas, fertilizantes, transporte, etc.) que se benefician aguas abajo, para ello sería necesario un cambio de orden social, económico, político y cultural dentro del sistema capitalista, regente de la economía mundial.

Amanecerá y Veremos….

Fuentes: El Mundo: Economía y Negocio, TheEconomist.com, BBCMundo.com, Sputnik news.com, infobae.com, eluniversal.com.ve, oilprice.com, worldenergytrade.com, OPEP.com, Bloomberg.com, wikipedia.com, refinitydatastream.com. ONU.com. Thefinancialtimes.com, BP de World Energy, www.IEA., statista.com, org.elordenmundial.com, eleconomista.es, periodicodelaenergía.com, ryastadenergy.com