Aunado a que agravará la crisis humanitaria y económica ya preexistente en Venezuela, la posible sanción de EEUU que limitaría la importación de diésel a ese país va a generár el surgimiento de un mercado negro y de rentas ilícitas que servirán de fuentes de ingresos para algunos grupos.

“El tema del diésel es un punto de muchísima gravedad para Venezuela, es el combustible utilizado mayoritariamente para el transporte de mercancía, personas, plantas industriales, casas”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, un firma local. “Al final una situación de restricción profunda de diésel va a tener un impacto directo en la movilización de mercancía, puede generar, en focos urbanos, problemas graves de escasez, desarrollos de mercados negros, que es lo que creo es lo que va a terminar pasando”, remarcó.

Oliveros además pidió a ese país que redefina el diseño de dichas sanciones que lejos de alcanzar el objetivo, van al “corazón medular” de la población venezolana.

Ese comercio ilícito, explica, se desarrollará por el combustible que está almacenado en este momento; y generará lo que actualmente ocurre en otros estados con la gasolina, que es vendida a precios exorbitantes.

“Ese diésel almacenado va a tratar de almacenarse y eso va a generar el surgimiento de un mercado negro de diésel como está ocurriendo en varias zonas de Venezuela con la venta de gasolina, y perjudicando a la gente porque eso se va a trasladar a los costos, habrá limitaciones, agravar el problema eléctrico”, alertó.

La verdad, dice, “siento que la efectividad de esa posible sanción en la realidad política que tiene Venezuela no es mucha, al final estas sanciones o el diseño, se establecen para forzar algún tipo de negociación pero lo que está ocurriendo es que generan una respuesta del lado del gobierno de  buscar como neutralizar el efecto de es sanción, y generando mercados negros, de rentas ilícitas, que al final es un nueva fuente de ingresos para algunos grupos”.

Así las cosas, Oliveros señala que no es el momento propicio para esas sanciones, “sobre todo en condiciones de crisis económica, humanitaria, del impacto de una pandemia que tiene Venezuela”.

“Hay que afinar mejor el diseño de este tipo de sanciones y no ir a una que va al corazón medular en términos de la gente y de las pocas empresas que sigan operativas en Venezuela”, aclaró.

Un tercio de la producción

Oliveros se refirió también al tema de la producción de gasolina. Dijo que lo que se está produciendo es el menos un tercio de lo que se necesita, y que por eso hay focos profundos de escasez fuera de Caracas, porque se está privilegiando a la ciudad capital. Sin embargo, indicó: es insuficiente.

“Al final necesitamos importación, en la condición que están las refinerías, para poder estabilizar el mercado y cubrir esos dos tercios que nos están faltando”, explicó.

“Difícilmente vamos a poder tener la capacidad de producción. Son años de desinversión, de abandono, de corrupción y bueno, nos pasa factura. Dependemos hoy de la importación porque la industria está desmantelada”, acotó.