Durante el primer foro Perspectivas Económicas 2022 de Ecoanalítica, su director Asdrúbal Oliveros, aseguró que este año la economía venezolana tendrá un “rebote”, después de ocho años de caída continua, impulsada por los sectores de salud, alimentos, comercio, servicios profesionales y tecnología.

“Nosotros estamos proyectando un crecimiento de 8% para este año en comparación con el año pasado. Podríamos además tener crecimiento en dos o tres años, pero para que ese crecimiento sea sostenible, de calidad y beneficie a la población hacen falta reformas más profundas, estructurales, financiamiento, que lamentablemente en las condiciones políticas actuales de Venezuela, no parecen posibles”.

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Oliveros explicó que las previsiones económicas positivas para Venezuela están basadas en cuatro aspectos, el primero es el alza de los ingresos por parte de Estado venezolano en 70% en comparación con el año pasado, debido al crecimiento en los niveles de producción y aumento de precios del petróleo y la disminución del descuento para la venta de crudo. El economista manifestó que estos descuentos llegaron a ser de entre 30% y 40%

El segundo elemento de impulso es la proyección de expansión del consumo privado, la cual la firma estima en 12% este año, marcada por una mejora relativa en los ingresos de los hogares venezolanos con incidencia en la capacidad de gasto.

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“Allí contribuyen dos factores, uno de ellos es el aumento de las remesas, que estamos proyectando sea de 26% este año, y el otro elemento es la dinámica de economía ilícita o economía negra, que ejerce presión sobre el consumo”, destacó Oliveros.

Sobre la inflación para este año 2022, el economista senior de Ecoanalítica, Luis Bárcenas, explicó que la dolarización y la contracción del crédito junto con el gasto público han generado que los precios no crezcan con la misma rapidez, por lo que estima que esta no será superior a 180% en 2022, muy por debajo del 500% que proyectó recientemente el Fondo Monetario Internacional.

“Creo que parte de lo que está ocurriendo en Venezuela con el precio de los alimentos tiene que ver con la invasión de Rusia a Ucrania que afecta a las cadenas globales de suministros, ya que genera dificultades para que las empresas importen ciertos insumos y eso va a seguir impactando la inflación (…) En el caso Venezuela, la inflación de alimentos puede repercutir de manera considerable en la población y va a estar muy por encima de ese 200%” destacó.

– Una oportunidad perdida para Venezuela –

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, considera que la guerra entre Ucrania y Rusia ha beneficiado al país en el corto plazo por el alza en los precios del crudo, que implica una disminución en los descuentos y mayor flujo de caja, sin embargo, a largo plazo, no pudiera ser positiva.

“Es una oportunidad perdida porque hoy el mundo está buscando suplidores confiables. Venezuela es un proveedor competitivo, pero no tenemos en este momento la capacidad de aumentar la producción en línea con las necesidades que tiene el mundo”.

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Para el economista senior de Ecoanalítica, Luis Bárcenas, Venezuela es un caso atípico de cómo se benefician los países de América Latina por el conflicto bélico en Europa del Este.

“Las capacidades de PDVSA para producir crudo y beneficiarse de los altos precios de este producto básico son muy limitadas, Venezuela en medio de sanciones y un colapso de la actividad petrolera nacional, todavía no ha elevado su producción a más de los 800.000 barriles al día. Las sanciones imponen restricciones importantes para Venezuela”.

Bárcenas destacó además que Venezuela no tiene acceso a financiamiento internacional, y existen bienes o insumos que están expuestos a aumento de precios por el conflicto Rusia-Ucrania y no hay un mecanismo explícito, legal o tradicional que permita al país sufragar esos costos.