El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, mostró que durante el primer semestre de 2022 en cotejo con el último de 2021, la variación del Índice de Costos de la Educación Superior (Ices) fue 6,41%. Es decir, que se disparó 5,16 puntos porcentuales en relación con la tasa registrada entre julio y diciembre del año pasado, cuando la variación fue de 1,25%.
De acuerdo con el informe, el grupo de costos con la mayor alza fue el de gastos de personal presentando un repunte de 6,43% con respecto a la cifra observada en el segundo semestre de 2021 (1,11%).
Por lo tanto, el aumento para la compra de bienes y servicios fue 6,38%, lo que equivale a una tasa superior de 4,79 puntos porcentuales (pp) frente a los últimos seis meses del año pasado.
Las clases de costos que más aportaron a la variación semestral del índice total fueron: el nivel directivo y profesional (9,27%), los profesores e investigadores diferentes de hora cátedra (5,72%), los profesores hora cátedra (5,74%), los honorarios (7,15%) y por último, el nivel técnico y administrativo (5,71%).
En cuanto a la institución, el alza entre las públicas y privadas fue semejante. Sus resultados fueron de 6,29% y 6,52%, respectivamente.
En cuanto al tipo de institución, las universidades (6,65%) fueron las únicas que presentaron una variación superior al promedio nacional (6,41%). Entre tanto, las instituciones tecnológicas (6,38%), universitarias (5,26%) y técnicas (5,02%) presentaron variaciones inferiores a esta referencia.
En referencia a este último dato, Claudia Milena Manjarrez, directora ejecutiva de la Corporación Instituto Colombiano de Cualificación Empresarial , Cicce, señaló que en el país se forman seis profesionales por cada técnico. “La pirámide organizacional en empresas industriales demanda un porcentaje aproximado de 80% personal asistencial, auxiliar, operativo frente a sólo 20% de personal universitario”.
Esto aclara el alto porcentaje de egresados universitarios que suplen plazas en posiciones existentes para personal técnico y asistencial que requerirían solo ser técnicos laborales. Aunque son evidentes las necesidades del sector, el panorama educativo parece estar lejos de la realidad laboral, según Manjarrez. A su modo de ver, la razón de que haya más profesionales que técnicos obedece a que en el país aún no rompe con el paradigma de que hacer un técnico es de bajo status social.
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