Conforme con Carlos Garcimartín, quien es economista de Panamá en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tanto en Panamá como en el resto de los países existe una recuperación débil del empleo, así como de la actividad económica, debido a que no solo la ocupación se está mejorando más lentamente, sino que, al mismo tiempo, hay una caída en la tasa de actividad.

Bajo este panorama, explicó que en Panamá del 25% de la caída de desocupados que hubo en 2021 con respecto a 2020 no fue por personas que no conseguían empleo, sino porque dejaron de buscar uno.

En el caso de las mujeres fue mucho mayor, casi de un 75%”, afirmó Garcimartín durante su participación en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2022, que organiza la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas.

El economista contextualizó el tema con las comparaciones de la tasa de actividad que hasta octubre de 2021 presentaban un 74,4% para los hombres y 47,3% en las mujeres. En el renglón de desempleo, ambos grupos rondaron en el 11%. En tanto que los registros de ocupados favorecieron a los hombres con 8,7% en comparación con las mujeres que solo llegaron a 4,4%.

Panorama complejo

Para el año pasado el producto interno bruto se posicionó en 15,3%, un crecimiento liderado por el sector externo, concretamente el sector logístico, la exportación de cobre y los ingresos del Canal. No obstante, el sector interno, que es el mayor generador de empleo, se mantuvo rezagado.

En cuanto a ese periodo, las actividades que aún no se han recuperado son la educación privada (-10,2%), manufacturas (-10,9%), actividad inmobiliaria y empresariales (-17,2%), casinos, lotería y otros (-20,1%), servicios domésticos (-20,9%), construcción (-36,2%) y hoteles y restaurantes (-54,0%).

Todas estas actividades fueron las más afectadas por la pandemia y donde las mujeres se encontraban trabajando”, detalló Garcimartín.

A su vez las actividades recuperadas en Panamá son: el sector primario (6,4%), las actividades de servicios sociales y de salud privada (8,5%). Las relativamente recuperadas son el transporte y comunicaciones (-1,3%), comercio (-1,9%) y la intermediación financiera (-4,3%).

Desigualdades

María Teresa Silva Porto, especialista de la división de mercados laborales del BID en Panamá, en este marco declaró que el empleo de las mujeres se vio más afectado durante la pandemia y que ahora junto a los jóvenes (15 a 29 años) se están recobrando de una manera más pausada.

En un plano regional, Silva indicó que si comparamos cuántos empleos se perdieron entre febrero de 2020 a septiembre de 2021, el empleo femenino se contrajo en la región a 3,5%, mientras que el empleo masculino en 0,1%. De acuerdo con la especialista de la división de mercados laborales del BID en Panamá, parte de esta diferencia la explican principales tendencias.

La primera señala que las mujeres se emplean en sectores como servicio y comercio, que fueron los más afectados por la crisis de la pandemia; y que existen distintas posibilidades de teletrabajo, pero las mujeres tienen menor acceso a la tecnología de información, que les permita adecuarse a este sistema.

Otra de las tendencias en la región y las desigualdades de género, sería que las responsabilidades del hogar recaen en las mujeres. El cierre de escuelas y de los centros de cuidado infantil incrementó la carga de las mujeres en el hogar, limitando sus posibilidades de trabajar en actividades remuneradas.

Favorecer la participación de las mujeres forma parte de los tres ejes de políticas que debe crear la región para restaurar el mercado laboral”, apuntó Silva durante su participación en CADE 2022.

En caso de que el BID reduzca las brechas de género necesitará una serie de enfoques multisectoriales, como regulación laboral, desarrollo de habilidades con enfoque de género, conectividad, cambio cultural y el sistema de cuidados. La especialista de la división de mercados laborales del BID en Panamá destacó que un ejemplo de buenas prácticas es la iniciativa de paridad de género de Panamá, que concentra a varios sectores para promover un mayor empoderamiento y participación laboral de la mujer.

En un plano general, declaró que la crisis producto de la pandemia tuvo un impacto sin precedentes en el mercado laboral de la región y empeoró varios problemas ya existentes.

Esta crisis da una oportunidad a los países de América Latina y el Caribe de cambiar sus mercados laborales, modernizar las instituciones, mejorar la intermediación y preparar al capital humano”, subrayó la especialista de la división de mercados laborales del BID en Panamá.