Debido a las cifras que el Dane han revelado en un mejor comportamiento de la empleabilidad femenina con respecto a años anteriores y de lo que sería un cierre gradual de la brecha de género; la situación todavía es compleja para quienes además de trabajar tienen hijos.
El Dane dirigido por Juan Daniel Oviedo, demostró que el mayor crecimiento del mercado laboral en mayo fue por parte de las mujeres, cuya cifra registró 1.177 personas ocupadas más que el mismo mes en 2021; la mayor proporción todavía la tienen los hombres, quienes llevan una ventaja de más de 4.130 empleos.
Frente a este panorama da cuenta de que pese a que se avanza, el camino aún no es fácil, de hecho, menos para quienes son madres.
Conforme con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Colombia, la tasa de ingresos de las madres está 6,5 puntos porcentuales por debajo de las mujeres que aún no tienen hijos. Sin embargo, este no es la única dificultad. Este mismo informe revela que, la posibilidad de acceder a un empleo se reduce a medida que las mujeres deciden tener hijos. La participación laboral de las madres es de 55%; mientras para quienes no, la cifra llega a 62,1%.
Por su parte, Carolina Rámirez, directora de búsqueda en Talengo afirmó que ser madre implica un reto en diferentes ámbitos, particularmente, en el laboral.
A su criterio, «lo que tal vez no están percibiendo, es la capacidad de poder asumir más tareas en simultánea, y la capacidad con la que cuentan para canalizar sus esfuerzos y motivación en dar un mejor resultado”.
Aunque, no es del todo descabellado pensar que la inequidad en la repartición de tareas del hogar también genera desventajas para las madres a la hora de ascender o conservar un trabajo.
En 2020, la OIT estimó que más de 2 millones de madres dejarían su trabajo, debido a, la extenuante labor que generaba trabajar desde casa y hacerse cargo de la educación y cuidado de los hijos. Por ello, estos son factores que afectaron y lo continúan haciendo a la hora de promover la inclusión de madres trabajadoras especialmente, en cargos directivos y gerenciales, ya que estadísticamente a las mujeres les cuesta más esfuerzos el lograr ascender.
Para Talengo, existen dos condiciones significativas que son fundamentales para mejorar el panorama de estas cifras que no favorecen a las madres en Colombia. En primer lugar, plantea la flexibilidad horaria. Bajo esta línea, propone que las trabajadoras en posiciones de primer nivel y de junta directiva sean medidas por sus resultados y no por sus horas de trabajo.
Asimismo, considerar la opción de alternancia. «El trabajo desde casa fue una de las grandes enseñanzas de la pandemia, y si bien, durante la contingencia, muchas madres tuvieron que dejar el empleo para dedicarse a su hogar, hoy en día, la posibilidad de turnar esta situación permite que estas misma madres puedan ejercer sus labores profesionales y de maternidad sin ningún problema», agregó la directora.
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