Con la emisión de bonos sostenibles por $1,9 billones en 2021, la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) registró un récord en esos papeles, haciendo que día a día ganen más contribución debido a que son instrumentos de valor para las empresas que los lanzan y atractivos para quienes los compran.

Motivado a la necesidad y del alto potencial de esos instrumentos ASG (criterios ambiental, social y gobierno corporativo) del mercado colombiano, El año pasado, con la inserción de los Bonos Vinculados a la Sostenibilidad, herramientas de financiación que no tienen destinación determinada de recursos y que les consienten a las compañías con estrategias ASG financiar su operación, se consolidó el segmento de financiación sostenible de la BVC.

Es por ello, que en el 2021 se obtuvo un récord en emisiones sostenibles, facilitandole a siete emisores financiar $1,9 billones en el mercado de capitales: emisiones de bonos sociales por parte de Banco W, Bancamía, Corficolombiana, Bogotá D.C. e Icetex, además como de bonos sostenibles con Bancolombia, todos con sobredemanda promedio de 1,69 veces. Adicional a esto, Compañía de Empaques inscribió el primer Bono vinculado a la sostenibilidad por $50.000 millones.

El segmento de financiación sostenible desde agosto de 2017 en Colombia, cuando iniciaron la colocación, tiene $1,5 billones en bonos verdes, $2 billones en bonos sociales, $1,1 billones en bonos sostenibles, $400.000 millones en bonos naranjas y $50.000 millones en bonos vinculados a sostenibilidad.

Los materiales principales con los que se contaban pertenecen a bonos verdes, para financiar proyectos ambientales, sociales y planes que impacten a la comunidad, sostenibles, que mezclan la financiación de proyectos sociales y ambientales y naranjas, para la financiación de proyectos culturales.

A partir de 2017, un total de 17 emisiones de 13 empresas han sido inscritas en la BVC alcanzando a costear más de $5,2 billones, que han sido consignados a financiar proyectos concernientes con energías renovables, eficiencia energética, transporte sostenible, infraestructura, financiamiento de microempresarias bajo factores de equidad de género, acceso a la educación superior, entre otros.

De acuerdo con Juan Pablo Córdoba, presidente de la BVC“los emisores sostenibles si bien hoy son relativamente pequeñas hacia el futuro serán más relevantes que las emisiones ordinarias. El compromiso de BVC desde hace cinco años es tener este tipo de instrumentos disponibles y al alcance de las empresas ya que son la contribución efectiva hacia una mayor consciencia de su impacto en el planeta y la sociedad”.

Del mismo modo, Eduardo Atehortúa, director de PRI (Principios de Inversión Responsable) para América Latina, sin Brasil, señaló que esta tendencia global es una nueva era que permite la financiación de iniciativas sociales y ambientales para fortalecer el negocio. “Quienes los adquieren buscan tenerlos en sus portafolios pues ven que las empresas que los emiten tienen manejos más responsables y a largo plazo”, indicó.