La demanda global de oro en el tercer trimestre del año fue la más baja en unos 11 años, pues el interés de los inversores por tener lingotes tuvo una ralentización importante y los bancos centrales vendieron el metal por primera vez en una década.

Así lo señaló el Consejo Mundial del Oro (CMO) este jueves, que recalcó que la pandemia del coronavirus causó estragos en las ventas de las joyerías que, históricamente, son las que tienen más demanda de oro.

No obstante, se contrarrestó por los inversores que vieron en el metal precioso un activo de refugio de valor.

De acuerdo al CMO, el mercado de la joyería tuvo una recuperación leve en el tercer trimestre. Se incluyeron China y la India, pero aun así, no fue suficiente para compensar el ritmo de almacenamiento de inversores en fondos que se cotizan en la bolsa.

En cifras, la demanda global fue de 892,3 toneladas superior al trimestre anterior, y un 19% menos que el año anterior; y el más pequeño desde 2009.

En los primeros nueve meses del año, la demanda fue de 2.972,1 toneladas, un 10% por debajo de la de 2019 y fue la menor desde 2009.

La demanda de los inversores impulsó el precio del oro desde en torno a 1.500 dólares la onza en enero a un récord máximo de 2.072,50 dólares en agosto, desalentando a los compradores de joyerías, muy sensibles a los precios.

Con información de Reuters.