El Banco Popular de China (PBoC) aclaró en un comunicado que el yuan digital no se está utilizando para grandes operaciones monetarias y detalló que su uso era únicamente como moneda de pago en transacciones minoristas.

La moneda digital de pago electrónico (DCEP), como las autoridades chinas han decido denominar oficialmente a su yuan digital, es considerada como un activo de curso legal, que tiene una proporción 1:1 con el yuan tradicional.

La semana pasada, el Ministerio de Comercio de China anunció la integración de las pruebas piloto de la nueva moneda digital hacia otras ciudades del país, así como la intensión de especificar la división de responsabilidades para su desarrollo.

Según señaló Wang Peng, profesor asistente de la Escuela de Inteligencia Artificial de la cárcel de la Universidad de Renmin, en diálogo con medios locales, la etapa inicial del proyecto busca garantizar un funcionamiento seguro y sin mayores problemas.

Asimismo, uno de los primeros objetivos a partir de las pruebas piloto es determinar cómo será su distribución desde el Banco de China hacia los organismos financieros.

Si bien China marca el paso en el avance de las economías tradicionales hacia su digitalización, otros importantes bancos centrales siguen su rumbo, aunque a un ritmo más moderado. Los casos de Tailandia, Japón o incluso algunos países europeos, muestran las intenciones de las economías de no quedarse atrás en un proceso que promete cambiar el escenario financiero tradicional en el corto plazo.

Con información de Cripto247