Economistas del Banco de América (BofA, por su sigla en inglés) Securities proyectan 40% de probabilidad de una recesión en Estados Unidos para el 2023, junto con una inflación que seguirá alta.
El desarrollo del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense se ralentizaría alrededor de cero en el segundo semestre del próximo año a medida que el impacto retardado del endurecimiento de las condiciones financieras enfríe la economía, con un leve repunte en el 2024, conforme el informe publicado el fin de semana.
«Nuestros peores temores en torno a la Reserva Federal (Fed) estadounidense se han confirmado: se quedaron muy atrás y ahora juegan un peligroso juego de ponerse al día”, redactó Ethan Harris, economista global de BofA y agregó que la firma espera un incremento de las tasas de interés por parte de la Fed por encima de 4 por ciento. También, consideran que el riesgo de recesión para este año es bajo.
Por su parte, la Fed aprobó, la semana pasada, el mayor crecimiento en las tasas de interés desde 1994 para frenar el aumento de la inflación. La medida elevó la tasa objetivo de los fondos federales en tres cuartos de punto porcentual a un rango entre 1.5 y 1.75%.
Adicionalmente, los economistas de BofA Global rebajaron sus previsiones de crecimiento mundial, al citar la inflación, la guerra de Ucrania y los confinamientos por el Covid-19 en China. Actualmente estiman un desarrollo de 3.2%.
Líderes empresariales esperan recesión mundial
Una mayoría de líderes empresariales de todo el mundo esperan una recesión mundial para finales del próximo año, o antes, debido a que el aumento de los precios de la energía y la guerra aumentarían la incertidumbre, según una encuesta de la asociación empresarial estadounidense The Conference Board.
La encuesta arrojó que 60% de los CEO’s de todo el mundo esperan una recesión en su principal región de operaciones en los siguientes 12 a 18 meses.
Además, 15% de los 750 ejecutivos, incluidos 450 directores generales de Asia, Europa y Norteamérica afirman que su región ya está en recesión.
La preocupación por una recesión (que se define como dos trimestres de contracción económica) creció desde que la Fed comunicara el alza de las tasas de interés. Algunos bancos centrales tomaron el mismo rumbo, incluido el Banco de Inglaterra, todos luchando por contener una inflación al rojo vivo.
La guerra demuestra ser el último “cisne gris”, un hecho considerado altamente improbable, que crea una extraordinaria volatilidad e incertidumbre con ramificaciones globales para las economías nacionales, de acuerdo con la encuesta.
“Los precios históricamente elevados de la energía, las nuevas interrupciones de las cadenas de suministro, el aumento de los riesgos geopolíticos y la erosión de la confianza de los consumidores ejercen una presión a la baja sobre el crecimiento mundial”, declaró Dana Peterson, economista jefe de The Conference Board.
“Eso está en lo alto de los confinamientos en China y los efectos en cascada de la guerra en Ucrania”, agregó Peterson. “Esas perturbaciones, junto con las decisiones restrictivas de política monetaria y fiscal, alimentan las expectativas de recesión”, dijo.
Sin embargo, la entidad espera un crecimiento mundial de 2.9% en el 2022 y del 2.3% en el 2023, aunque reconoció que un acontecimiento extremo, o incluso una combinación de varios sucesos desfavorables de menor envergadura, generarán una caída.
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