«La industria petrolera no ha cumplido con su compromiso de invertir en EEUU», ha dicho su presidente

El presidente de EEUU, Joe Biden, busca imponer un impuesto a lo que ha llamado las «ganancias inesperadas por la guerra» de las empresas petroleras. «La industria petrolera no ha cumplido con su compromiso de invertir en EEUU y apoyar al pueblo estadounidense», ha dicho.

Según ha explicado, las empresas que no demuestren que están reinvirtiendo en la producción «pagarán un impuesto más alto sobre sus ganancias excedentes y enfrentarán otras restricciones». Para ello, Biden ha asegurado que «trabajaría con el Congreso para analizar las opciones que están disponibles».

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La propuesta del presidente estadounidense se asemeja a las medidas que los políticos de toda Europa están imponiendo a las empresas que obtienen ganancias récord de los combustibles fósiles y la generación de energía.

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Pese a la petición de Biden, las principales compañías petroleras continúan registrando enormes ganancias y muchas de ellas mejoran sus pagos de dividendos y recompras de acciones. Así, empresas como Exxon Mobil, Chevron, Shell y TotalEnergies han anunciado que entregarán casi 100.000 millones de dólares a los accionistas anualmente en recompras y dividendos mientras reinvierten solo 80.000 millones en sus negocios principales este año, según datos de ‘Bloomberg’.

«No puedo creer que tenga que decir esto, pero dar ganancias a los accionistas no es lo mismo que bajar los precios para las familias estadounidenses», ha escrito Biden en su cuenta de Twitter.

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Además, la administración Biden también quiere aumentar el suministro de combustible y bajar los precios del petróleo aprovechando la Reserva Estratégica de Petróleo.