El Banco Central Europeo (BCE) mostró nuevas medidas para moderar la caída del mercado de bonos, que ha acelerado el temor a una nueva crisis de la deuda en la periferia sur del bloque, sin embargo, muchos inversionistas se decepcionaron ya que esperaban un paso más decisivo.

Los rendimientos de la deuda pública se proyectaron en la periferia del bloque monetario de 19 países desde que el BCE reveló, la semana pasada, sus planes de aumentar las tasas de interés en julio y septiembre para controlar una inflación extraordinariamente alta (8.1% anual) que corre el riesgo de afianzarse.

La liquidación de deuda se vio exacerbada por la ausencia de un plan concreto del BCE para limitar el aumento de los costos de endeudamiento, lo que hizo temer que las autoridades de política fueran demasiado complacientes con la situación de las naciones más endeudadas, como Italia, España y Grecia.

Frente a la amenaza de que se repita la crisis de deuda que estuvo a punto de hacer caer la moneda única hace una década, el BCE declaró que será flexible a la hora de reinvertir el efectivo que vence de su plan de apoyo a la pandemia por 1.7 billones de euros, que finalizó recientemente, y que considerará un nuevo instrumento que deberá ser ideado por su personal.

El Consejo de Gobierno decidió encargar a los comités pertinentes del Eurosistema, junto con los servicios del BCE, que aceleren la finalización del diseño de un nuevo instrumento anti-fragmentación para su consideración por el Consejo de Gobierno”.

Hasta ahora, el BCE no dio detalles sobre el futuro instrumento contra la fragmentación, ni sobre su calendario.

Asimismo, el rendimiento de los bonos a 10 años de Italia bajó 25 punto base a 3.97%, fuera del mínimo de la sesión en torno a 3.87%. La rentabilidad cayó 30 puntos base justo antes de la declaración del BCE.

Esto es lo que deberían haber dicho la semana pasada. Más vale una semana tarde que nunca”, afirmó Frederik Ducrozet, jefe de investigación macroeconómica de Pictet Wealth Management. “Los detalles importarán mucho, pero ahora no veo cómo podrían no cumplir para la próxima reunión”.

Prevén aumento de 25 puntos base en la tasa

En su siguiente reunión del 21 de julio, se estima que el BCE aumentará sus tasas de referencia en 25 puntos base, tras haber frenado sus compras netas de activos.

Su presidenta, Christine Lagarde, igualmente advirtió que a partir de septiembre habrá una nueva serie de alzas de tasas cuya magnitud preocupa a los inversionistas.

Este cambio de rumbo en la política monetaria viene acompañado del riesgo de la fragmentación del mercado de deuda soberana de la zona euro, que provocaría que los estados se endeuden a niveles muy distintos, penalizando a los considerados más frágiles, donde los inversionistas exigen primas de riesgo más altas.

La reunión extraordinaria del BCE se llevó a cabo el mismo día en que la Fed de Estados Unidos aprobó un alza en sus tasas de 75 puntos base, la más alta desde 1994.