Los bancos centrales de todo el mundo tuvieron que vender más oro del que compraron durante el mes de agosto, lo que finaliza una seguidilla de acumulaciones mensuales del metal precioso, frenando así el alza en el precio.

Así lo dijo este miércoles el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés).

“Pese a la actividad de agosto y el ritmo más lento de acumulación en 2020, esperamos que los bancos centrales sigan siendo compradores netos para 2020 porque hasta el momento han acumulado entre 200-300 toneladas este año”, dijo Krishan Gopaul, gestor de análisis de WGC.

“Los bancos centrales -que tienen en total unas 35.000 toneladas de oro por valor de 2 billones de dólares- vendieron 12,3 toneladas más de lo que compraron en agosto”, explicó.

 El oro al contado ha subido desde los 1.500 dólares la onza, a inicios de año, hasta un récord de 2.072,50 dólares los primeros días de agosto, y antes de retroceder a los 1.900 dólares.

Esa subida ha sido impulsada por inversores europeos y de EEUU, que apuestan al metal precioso con la expectativa de que se quedara estático mientras pasara la crisis del coronavirus.

Sin embargo, la demanda entre compradores de joyería y banqueros centrales, dio qué desear, y en consecuencia el miedo por cuánto perdure el alza.

En cifras concretas del WGC, Uzbekistán vendió 31,7 toneladas, haciéndole peso compras menores de países como India, Kirguistán y Turquía.

Con información de Reuters.