El Banco Mundial (BM) advirtió este martes que esta en riesgo la economía de varios países y que estos pueden entrar en un período de estanflación, lo que habla de crecimiento bajo o nulo e inflación elevada, motivado a la invasión rusa a Ucrania y la persistencia de los efectos de la pandemia.
En su informe actualizado “Perspectivas económicas globales”, lanzado este martes, el BM rebajó la previsión de crecimiento mundial hasta el 2,9%, lo que supone 1,2 puntos menos respecto a lo proyectado en enero, cuando la situó en el 4,1%.
El principal mecanismo nuevo en las previsiones del Banco es la guerra de Ucrania, que empezó a finales de febrero y que está teniendo muchos efectos sobre la economía mundial: un aumento del precio de las materias primas, más problemas para la cadena de suministros y mayor incertidumbre, entre otros.
El organismo financiero internacional subrayó particularmente, los efectos negativos que un período prolongado de estanflación tendría sobre las economías en vías de desarrollo, y alertaron de que como resultado de la guerra y de la pandemia, estos países cerrarán 2022 con unos ingresos por persona un 5% inferiores a los de 2019.
Para el 2023, el BM igualmente rebajó la perspectiva de crecimiento, en este caso en 0,2 puntos, hasta dejarla en un 3%.
“La guerra en Ucrania, los cierres por la covid-19 en China, los problemas en la cadena de suministros y el riesgo de estanflación están golpeando al crecimiento. Para muchos países, la recesión será difícil de evitar”, declaró el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Malpass urgió a los países a “promover” la producción y a llevar a cabo reformas fiscales, monetarias, climáticas y de deuda que les permitan combatir “los problemas distributivos y la desigualdad”.
Asimismo, el organismo financiero internacional avisó ante la tentación que pueda darse entre los gobiernos de países en vías de desarrollo de fijar controles de precios o restricciones a la exportación para hacer frente a los altos precios y a las previsibles protestas ciudadanas.
“Los políticos de los mercados emergentes y las economías en desarrollo deben abstenerse de implementar restricciones a las exportaciones y controles de precios que podrían magnificar el aumento en los precios de las materias primas”, dijo el informe.
El BM, además, cotejó la estanflación que podría producirse en los próximos meses y años con la década de 1970 –considerada el ejemplo clásico de este fenómeno económico– y recordó que, en esa ocasión, las economías avanzadas tuvieron que subir drásticamente los tipos de interés para recuperarse.
Por lo tanto, desataron crisis financieras en los mercados emergentes y economías en desarrollo al reducir la demanda internacional y el capital disponible.
Entre las mayores economías del planeta, el Banco Mundial prevé para este año un crecimiento del 2,5% en Estados Unidos (1,2 puntos menos que enero); del 4,3% en China (una rebaja de 0,8 puntos) y también del 2,5% en la Eurozona (1,7 puntos menos).
Por su parte, el ente financiero de Japón, espera un crecimiento del 1,7% (1,2 puntos menos que en enero), y en el de Rusia, una caída de la actividad económica del 8,9% (11,3 puntos menos), a causa de su invasión de Ucrania y de las sanciones económicas impuestas por el resto de países.
Por ende, el Banco Mundial dejó la previsión de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe prácticamente igual que en enero: en el 2,5%, solo 0,1 punto por debajo del 2,6% proyectado hace seis meses.
Sí redujo significativamente, pero su previsión para la región en 2023, que en enero había situado en el 2,7% y ahora ha rebajado hasta únicamente el 1,9%.
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