El Banco de Japón mantuvo sin cambios la política monetaria, y además reveló un plan de revisión de la flexibilización monetaria, en busca de formas más efectivas para lograr su objetivo de inflación, en vista de la preocupación por el nuevo pico de infecciones por Covid-19, que amenaza con debilitar la recuperación económica del país.

En ese sentido, el banco central amplió en seis meses una serie de medidas destinadas a aliviar las tensiones de financiación de las empresas afectadas por la pandemia.

“Habida cuenta de que se prevé que la economía y los precios seguirán bajo presión bajista durante un período prolongado debido al impacto de Covid-19, el Banco de Japón llevará a cabo una evaluación sobre una mayor relajación monetaria eficaz y sostenible”, dijo la entidad en una declaración sobre su decisión.

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El Banco de Japón anunciará en marzo las conclusiones de la revisión, que según dice no dará lugar a ningún cambio en su marco de control de la curva de rendimientos.

Para los analistas, esta iniciativa deja en evidencia la preocupación de los dirigentes del Banco de Japón por la disminución de las ventajas y el aumento del coste de la relajación monetaria prolongada.

“Esta medida estaría en consonancia con las recientes medidas adoptadas por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal para examinar el curso de la política monetaria”, dijo Yasunari Ueno, economista jefe de mercado de Mizuho Securities. “El Banco de Japón debe haber pensado que se quedaría atrás en la tendencia de la política monetaria mundial si no sigue el ejemplo”, añadió, haciendo referencia al plan de revisión de la flexibilización monetaria.

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Con información de Reuters

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