Muchas agencias atraviesan un desierto debido a la agresiva recesión que está por venir. Los signos indican que se avecina una tormenta económica de dimensiones completamente gigantes, las cuales son inequívocas.

Una cantidad considerable de compañías han cerrado ya el grifo de la contratación de personal y proveedores tecnológicos, que normalmente estarían pensando en desplegar las alas, haciendo recortes en su plantilla.

De este modo, el mercado puede estar en las puertas de una recesión, pero no quiere decir que todas las compañías se vean abocadas de una manera impepinable a la contracción de su facturación. Ahora bien, ¿cómo pueden las compañías (las agencias en particular) guarecerse de la tormenta que se avecina?

En un artículo para Horizont Brendon Craigie pone sobre la mesa cinco consejos para facilitarle a las agencias a bregar con la recesión:

  1. Vender precisión en lugar de «humo»

En época de vacas flacas las agencias deben concentrarse más que nunca en los deseos y las necesidades de sus clientes y agasajarles con soluciones concretas. Si las agencias se toman la molestia de comunicar con claridad sus proposiciones de valor, se proveerán también de una notable ventaja competitiva.

  1. Cuidar las relaciones con los clientes

Cuando la economía florece, las buenas relaciones entre agencias y clientes se dan casi por sentadas. Cuando los nubarrones tiñen el firmamento económico, esas buenas relaciones corren el peligro de debilitarse (y no vale jugárselo todo a la carta de los éxitos pretéritos). Es el momento, por lo tanto, de mimar a los clientes poniendo a su disposición casi en cada ocasión nuevas soluciones realmente válidas. Se trata de adelantarse a las necesidades de los clientes (que son muchas en tiempos de recesión).

  1. No hacer concesiones en lo relativo al talento

La carestía de talento está afectando con especial saña a las agencias, que buscan desesperadamente empleados provistos de las habilidades adecuadas y están a menudo dispuestas a rebajar sus estándares en este ámbito en particular. Cuando la recesión asoma la pezuña, es, no obstante, muy peligroso hacer concesiones en lo relativo al talento. En es tiempos de crisis económica cuando las marcas deberían cuidar más los recursos humanos que tienen a disposición para así poder ofrecer el servicio más óptimo a sus clientes.

  1. La frugalidad es fuente de ingresos

Cuando tienen los bolsillos llenos, las agencias pueden invertir tiempo y dinero en cosas que a la hora de la verdad no marcan realmente la diferencia. En cambio, cuando navegan por aguas económicas turbulentas, las agencias se concentran en aquello que de verdad importa y ello da en último término sus frutos.

  1. La apuesta por la eficiencia merece definitivamente la pena

Gastar dinero extra en tiempos de recesión puede parecer a bote pronto una locura. Pero la inversión en proyectos de transformación digital es siempre una buena idea. En tiempos de recesión las agencias están obligadas a producir más con menos, por lo que tiene todo el sentido del mundo que estas inviertan en tecnología para ser más productivas y así TVahorrar tiempo.