El pueblo argentino afrontan la perspectiva de una inflación del 90% para fines del 2022 después de que la salida del ministro de Economía provocara incrementos de precios al día, mientras que el banco central se ve presionado para facilitar que el peso se deprecie velozmente.

Ese sería el ritmo más rápido desde la hiperinflación hace tres décadas y la tasa más alta del mundo fuera de Venezuela y Sudán, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional.

La dramática salida este mes del exministro de Economía Martín Guzmán llevó a que distintas compañías elevaran los precios. Algunos argentinos corrieron a las tiendas la mañana luego de la renuncia de Guzmán para tratar de abastecerse antes de una devaluación del peso y alzas de precios.

Los datos de inflación de junio, que se publicarán el jueves a las 4 p.m., hora local, ya se ven eclipsados por las alzas de precios de julio y más allá. Los precios crecieron un 64% en junio en relación a un año antes, de acuerdo con analistas encuestados por Bloomberg, frente al 61% de mayo.

Consultoras de Buenos Aires, como EconViews, FMyA, Alberdi Partners y EcoGo, tienen previsto una inflación de 90% para fines de 2022. Una de ellas, FIEL, espera que los precios al consumidor suban un 92%, mientras que otros analistas, como EcoLatina y Empiria Consultores, prevén que la inflación terminará el año en un 85%.

Antes de la salida de Guzmán, los economistas encuestados por el banco central pronosticaban una inflación de 76% para fin de año. La impresión de dinero para financiar el gasto público y el aumento de los precios internacionales de los productos básicos asimismo, han contribuido al desenfrenado aumento de los precios.

Frente al futuro, los analistas ven el Gobierno del presidente Alberto Fernández sin herramientas ni una estrategia creíble para enfriar la inflación. Muchos esperan que el banco central acelere sus devaluaciones diarias del peso, lo que le permitiría gastar menos dinero en defender la paridad móvil, aunque eso ejercería aún más presión sobre los precios.

Los poderosos sindicatos de Argentina podrían renegociar aumentos a los salarios de los trabajadores para compensar también las alzas de precios.

Esto es lo que dicen los economistas en Buenos Aires:

  • Marcos Buscaglia, Alberdi Partners
    • Pronóstico: 90%
    • “El número final dependerá de si el Gobierno puede retrasar una devaluación del peso hasta 2023 o no. Si no es así, la inflación bien podría superar el 100%”
  • Andrés Borenstein, EconViews
    • Pronóstico: 90%
    • El Gobierno “claramente tiene que devaluar a un ritmo más rápido de que lo que venían haciendo. Ahora están en un ritmo anualizado de arriba de 70% y eso va a tener que seguir”
  • Federico Moll, EcoLatina
    • Pronóstico: 85%
    • Tras la renuncia de Guzmán, “las expectativas cambiaron y la forma en la que se precian ciertos bienes durables cambió significativamente”
    • “Esto te deja un arrastre complejo para el año que viene, va a ser difícil pensar en una desaceleración marcada. No vemos una inflación para 2023 menor a 70%”
  • Juan Paolicchi, Empiria Consultores
    • Pronóstico: 85%
    • “La combinación de mayores restricciones al cepo de fines de junio, sumado a la incertidumbre sobre el acceso a los dólares oficiales, obligó a revisar las proyecciones”
  • Federico Furiase, Anker Latinoamérica
    • Pronóstico: 77%
    • Su estimación “probablemente sea un piso”
    • “Las anclas tradicionales no funcionan: no puedes seguir atrasando el dólar oficial porque no hay suficientes reservas netas, las tarifas tienen que empezar a subir para bajar los subsidios y el déficit, y los salarios están en modo de recomposición del terreno perdido por la aceleración de la inflación”

Otras previsiones:

  • Fausto Spotorno, OJF y Asociados: 85%
  • Marina Dal Poggetto, EcoGo: 90%
  • Fernando Marull, FMyA: 90%
  • Daniel Artana, FIEL: 92%