Argentina levantará a partir de mañana lunes algunas restricciones que había impuesto para las operaciones de compraventa de acciones y títulos públicos que muchos inversores ejecutan para hacerse de dólares estadounidenses ante los obstáculos para acceder a divisas en bancos y casas de cambio.

La mesura, adoptada por la Comisión Nacional de Valores (CNV, regulador de los mercados) y publicada el pasado viernes en el Boletín Oficial, es la primera en materia cambiaria que adoptan las autoridades argentinas luego de haber informado este jueves un acuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) con vistas a refinanciar deudas por unos 45.000 millones de dólares.

El regulador mantuvo que su decisión, adoptada en coordinación con el Banco Central y el Ministerio de Economía de Argentina, busca «contribuir al desarrollo del mercado de capitales y a la transparencia en los ámbitos de negociación y liquidación de los mercados regulados, en el marco de la política económica actual«.

Las limitaciones habían sido impuestas en 2019, en medio de fuertes tensiones cambiarias, y apuntaban a las operaciones con los denominados “dólares financieros”, un medio que muchos inversores adoptaron ante las fuertes restricciones para comprar moneda estadounidense en bancos y casas de cambio.

Los “dólares financieros” son elementalmente dos:

  • El dólar “contado con liquidación” (CCL), que se obtiene comprando localmente con pesos argentinos acciones o bonos y vendiéndolos en dólares en Wall Street, y el “dólar bolsa”
  • El “dólar MEP”, que se consigue comprando activos que cotizan a la vez en pesos y en dólares, se pagan en pesos al adquirirlo y se venden en dólares en el mercado bursátil argentino.

De acuerdo con la resolución tomada por la CNV, se eliminan ciertos límites y condiciones que regían para realizar estas operaciones.

El pasado jueves, el país y el staff del FMI comunicaron un convenio para sellar un nuevo programa de facilidades extendidas, que, para entrar en vigencia, debe ahora ser aprobado por el Parlamento argentino y el directorio del organismo.

El pacto apunta a refinanciar las pesadas deudas del país y a mejorar las finanzas públicas y reducir la elevada inflación. En materia cambiaria, conforme lo indicó el pasado jueves el Gobierno argentino, “el programa refuerza el compromiso de estabilidad cambiaria, descartando movimientos bruscos y estableciendo que la administración cambiaria buscará asegurar la compatibilidad a mediano plazo del tipo de cambio real con el objetivo de acumulación de reservas” monetarias.

Asimismo, Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, aclaró en rueda de prensa que el acuerdo incluye un “plan para flexibilizar los controles” cambiarios “a lo largo del tiempo”, “a medida que el país pase a un marco de regulación macroprudencial”. perspectiva de débil crecimiento y alta inflación en 2022”, indicó el analista.