Argentina propuso este jueves distender levemente el mercado cambiario a favor de compañías del sector del conocimiento que acrecienten las exportaciones interanualmente, lo que a criterio de operadores repercutirá poco en las cotizaciones dado el control del banco central (BCRA).

«La medida busca impulsar el desarrollo del sector (de las empresas del conocimiento) y sus exportaciones, potenciar la generación de nuevos proyectos, retener los talentos argentinos y favorecer la acumulación de reservas (del BCRA)», afirmó el Poder Ejecutivo en un comunicado.

Hace unas semanas el Gobierno había puesto una medida similar para el sector de firmas de hidrocarburos para desarrollar el polo Vaca Muerta ubicado en la provincia de Neuquén, en la Patagonia argentina.

Sin embargo, Argentina padece desde 2019 un duro control cambiario para frenar la fuga de capitales, dejando al BCRA como un único gran operador que oriente el valor oficial de la vapuleada moneda doméstica.

«Son muy ligeros retoques que se le hacen al torniquete cambiario, uno de los más duros en el mundo actual. Al mercado no le deparará muchas cosas diferentes, porque en definitiva todo dependerá de la nivelación de reservas del banco central y el compromiso asumido con el FMI«, apuntó un agente del sector.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina cerraron en marzo una nueva reestructuración de deuda que incluye reducir la inflación, bajar el déficit fiscal, achicar subsidios e incrementar las reservas internacionales, entre otros términos.

Bajo esta línea, el peso mayorista cedía un 0,12%, a 120,46/120,47 por dólar, junto al retroceso mundial de la moneda estadounidense, con un BCRA que pretende diariamente sumar reservas, aunque los importadores demandan liquidez en el marco de una economía con notorios altibajos.

Las reservas actuales tienden a complicar el cumplimiento de una de las metas ante el FMI, que establece un incremento de US$ 4.100 millones para fines de junio.

De esta manera, la cobranza de impuestos de Argentina aumentó un 79,9% interanual en mayo, frente a una inflación estimada por analistas privados en el orden del 70% para 2022.

La moneda argentina en las franjas alternativos cotizaba a 214,5 unidades en el bursátil «contado con liquidación» (CCL), en 208,4 en el influyente «dólar MEP» y a 205 por dólar en la reducida pero referencial franja informal.

«El gasto público, a nivel de Gobierno general, es excesivo, y es imperativo que se reduzca para revitalizar la economía. El país tiene un gasto muy por encima de los niveles de gasto de otros países comparables, y está entre los más altos de la región y de los países emergentes«, agregó la correduría Cohen.

Mientras la deuda extrabursátil ganaba un 0,3% promedio, contra un retroceso del 1% en las anteriores dos jornadas financieras, para un riesgo país del banco JP.Morgan que bajaba 14 puntos básicos, a 1.898 unidades, hacia las 1600 GMT.

El índice S&P Merval porteño modifica de rumbo intradiario hasta un positivo del 0,44%, a 91.772,7 puntos, luego de arrastrar una caída cercana al 2,5% en las cuatro sesiones previas.

Por ende, la inflación es un flagelo que perjudica al negocio financiero local, excepto puntuales activos atados a dicho índice como algunos bonos y depósitos bancarios, sumamente requeridos por los ahorristas como cobertura del poder adquisitivo.

Asimismo, los inversionistas continúan atentos a la próxima decisión de la OPEP, la cual podría acrecentar la producción de petróleo para compensar el corte de las importaciones de crudo rusas, al margen de la presión inflacionaria mundial que alienta sucesivas alzas en tasas de interés.