Al rededor de este último año se ha puesto sobre la mesa el tema de la Inteligencia artificial (IA), pues hasta ahora es la herramienta favorita y más usada por los artistas y por el humano en sí para la ayuda en la busqueda de información y más.. Grandes compañias como Google, Amazon, Meta, entre otros.

Todas las personas que usamos ChatGPT lo hacemos de manera gratuita, una herramienta supremamente últil es acceder a un servicio de inteligencia artificial sin pagar nada; pero como todo, bien se sabe que no es gratis crear una plataforma de estas, pues se conoce que quienes crean esta herramienta son mayormente magnates. Eso sí, todos sabemos (o intuimos) que no es gratis mantener funcionando el chatbot conversacional más popular del momento, cosa que en realidad es ciertamente costosa.

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Un estudio realizado por compañeros de GizmoChina hace unos días, ha revelado que ejecutar estos modelos aprendizaje automático a gran escala requiere un montón de recursos computacionales, que se pueden traducir en energía y por tanto en coste de mantenimiento.

La cifra es de 700.000 dólares al día según SemiAnalysis, y eso sólo para ChatGPT-3

Por ejemplo, el modelo de procesamiento de lenguaje natural (NLP) de OpenAI requiere de mucha potencia informática y de un hardware de prestaciones elevadas, cuyo precio de mantenimiento diario asciende a unos 700.000 dólares más o menos, siempre según los costes analizados por la compañía SemiAnalysis, que en palabras de Dylan Patel, su analista jefe, añadía varios apuntes adicionales.

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El primero y más importante es que los costes estimados son referidos a los modelos ChatGPT-3, menos potente y funcional que la iteración “4”, que a buen seguro tendrá un precio de mantenimiento sensiblemente superior que todavía y que aún se desconoce.

También se deben tomar en cuenta, que en la estimación se incluyen el alto coste de los servidores necesarios para proporcionar respuestas a los usuarios, además del coste que supone procesar y optimizar los datos para ofrecer todo tipo de información, así como también el coste de los entrenamientos requeridos por el sistema.

Fuente de: La Patilla / La Vanguardía