Alemania ha reactivado ya una primera planta de carbón que se encontraba en situación de «reserva» para destinarla al consumo eléctrico, mientras destina el gas ruso que sigue suministrando el gasoducto Nord Stream a llenar sus depósitos de cara al invierno.

El propósito de la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzgentur) es no utilizar más el gas para el suministro eléctrico, según informa el semanario «Der Spiegel».

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Por el momento solo se plantea reactivar una planta en Baja Sajonia (centro del país), de acuerdo al plan aprobado el pasado 14 de julio por el Ministerio de Economía y el Clima, que implica de facto un replanteamiento del calendario del adiós a esa energía fósil.

El ministro de Finanzas, el liberal Christian Linder, se pronunció ya el pasado fin de semana a favor de no utilizar más gas para el consumo eléctrico.

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Pese a la interrupción durante diez días de los suministros a través de Nord Stream, a mediados de julio, y a que tras su restablecimiento solo se está recibiendo en el país aproximadamente un 20% de la capacidad, los depósitos alemanes han seguido subiendo lentamente su nivel.

Del 64,5% que marcaban los depósitos hace unos diez días se ha pasado al 68,5%, según datos de la Bundesnetzagentur.

– Garantizar el suministro de gas –

El objetivo del ministro de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeckes alcanzar el 75% a principios de septiembre y el 95% en noviembre, para garantizar con ello el suministro de gas preciso para el invierno.

El Partido Liberal (FPD) de Lindner propone, además, aplazar la desconexión de las tres últimas plantas atómicas del país, que según el calendario del apagón nuclear deberán desactivarse a final de este año.

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El tercer socio de coalición del canciller socialdemócrata Olaf Scholz propone, incluso, reactivar otras tres plantas nucleares recientemente desactivadas, lo que técnicamente sería factible.

Los verdes de Habeck descartan ambas opciones, aunque las corrientes más pragmáticas del propio partido ecologista empezaron a no descartar categóricamente una prolongación de la actividad en las tres últimas aún en funcionamiento, más allá del 31 de diciembre de 2022.