La actividad empresarial registró una desaceleración en las principales economías del mundo como la zona euro, Reino Unido y Estados Unidos, siendo este último el único en no registrar una contracción.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) notificó que su Índice de Gestores de Compras (PMI, por su sigla en inglés) no manufacturero bajó a 56.7 puntos el mes pasado desde 56.9 de agosto.
Una lectura superior a 50 indica expansión en el sector.
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En este sentido, la actividad de los servicios es respaldada por un cambio en el gasto desde los bienes, aunque la demanda de dicho sector comienza a desacelerarse.
La medida del ISM de nuevos pedidos recibidos por empresas del sector servicios retrocedió a 60.6 puntos frente a 61.8 de agosto.
Las compañías, no obstante, reportaron un aumento en las exportaciones.
Europa, foco de la preocupación
Asimismo, en la zona euro la caída de la actividad empresarial se acentuó el mes pasado, lo que apaga cualquier esperanza de que la unión monetaria evite la recesión, justo cuando la elevada inflación presiona al Banco Central Europeo (BCE) para actuar y seguir subiendo las tasas de interés.
El último indicador PMI compuesto obtuvo un declive en septiembre a su nivel más bajo en 20 meses al ubicarse en 48.1 puntos tras 48.9 registrados en agosto, con lo que extendió la contracción.
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“Los últimos PMI de la zona euro de septiembre sugieren que las presiones sobre los precios en la región aún no empiezan a ceder, incluso cuando la actividad parece estar en declive”, afirmó Jessica Hinds de Capital Economics.
También en Alemania, la economía más importante de Europa, el PMI cayó a 45 puntos, ligeramente por debajo de la lectura preliminar de 45.4 publicada el pasado 23 de septiembre.
Bajo esta línea, Reino Unido se encuentra exactamente en el punto medio entre la contracción y la expansión con 50 puntos; sin embargo, representa un descenso respecto a los 50.9 puntos registrados en agosto.
Los precios se están incrementando en toda la región mucho más rápido de lo que le gustaría al banco central. Junto con el descenso de la actividad, esto hace que la autoridad monetaria camine en la cuerda floja al intentar frenar la inflación y al mismo tiempo apoyar el crecimiento. (Con información de agencias)
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