El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, confirmó a la agencia Reuters este lunes que ese país tiene previsto aumentar las sanciones petroleras en el corto plazo, eliminando las exenciones que permiten a algunas empresas recibir el crudo del país caribeño, a fin de incrementar la presión sobre el gobierno del socialista Nicolás Maduro.

“Creemos que nuestras sanciones han sido extremadamente efectivas para reducir los ingresos del régimen, pero creemos que podemos hacerlas más efectivas. Así que vamos a hacer algunas cosas para endurecernos en el futuro cercano”, dijo Abrams a la agencia en una entrevista telefónica.

A principios de mes, la agencia inglesa informó que Washington estaba buscando establecer fecha límite en octubre para liquidar todo el comercio del crudo venezolano, que incluían los canjes de crudo por combustible (gasolina y diésel), así como los pagos de la deuda pendiente con crudo.

Sin embargo, cuando consultaron a Abrams sobre el tema, se limitó a señalar: “Hay algunas excepciones que se implementaron el año pasado que hemos estado analizando y que creemos que pueden eliminarse”, sin arrojar mayores detalles.

Según otra agencia, Argus Media, las petroleras que proveen de diésel a Venezuela están listas para detener los envíos apenas se anuncie el fin de esas exenciones.

Entre ellas, destacan la española Repsol, la italiana Eni y la india Reliance, que han suministrado de diésel a Venezuela a cambio de petróleo venezolano en transacciones relacionadas con la deuda y de canje por motivos humanitarios, con la autorización de la OFAC, encargada de administrar las sanciones.